Hoy le ha quedado claro a todo el planeta… Falcao, eres uno de los grandes

TCAM-NACIONAL/DAVID SAN JOSÉ

90 minutos, sólo 90 y tras ellos el desconsuelo más absoluto para unos y la felicidad desbordante para otros. Esto es el fútbol, a veces te da y a veces te quita. Lágrimas y desesperación en los rostros de Muniain, Llorente, De Marcos… Desde luego que si hacemos balance de toda la competición, hoy el fútbol se ha portado muy mal con un Athletic que ha hecho disfrutar a toda España durante esta temporada. Es de alabar la propuesta de estos chicos que llevan el fútbol de ataque a su máxima expresión, siempre bien dirigidos por un Marcelo Bielsa al que le debemos dar las gracias todos los futboleros, porque su juego contagia alegría, una sonrisa de felicidad al ver a sus pupilos correr hacía delante, siempre en busca del gol, siempre en busca del espectáculo.

Pero hoy el triunfador ha sido el Atlético de Madrid, en especial, un hombre que, por si quedaba alguna duda de su grandísimo nivel, se ha encargado de disiparlas ganando él sólo un título para su equipo. Radamel Falcao, el Tigre, el Rey del Gol, o como quieran llamarle, porque hoy ha robado todos los adjetivos del diccionario futbolístico.

Corría el minuto 7 cuando el colombiano se dejaba caer en el costado diestro, se internaba en el área y, dos amagos y una bicicleta sirvieron para sentar a un Amorebieta que hoy ha quedado en evidencia delante de todo el planeta. La definición del Tigre… inigualable. A la escuadra contraria del poste defendido por Gorka.

Así firmaba Falcao su primera obra de arte, una oda al fútbol. El Atlético había salido muy agresivo al terreno de juego, como manda el estilo Simeone, ahogando la salida de un Athletic que no lograba jugar con fluidez. Por empuje, los leones se iban arriba, pero lo cierto es que no lograron crear ni una ocasión clamorosa en toda la primera mitad, apenas un disparo de Muniain desde fuera del área que repelía Courtois.

A 10 minutos para la finalización del primer acto llegaría el segundo momento Falcao. De nuevo Amorebieta en el error, que se lía en la salida del balón y acaba perdiendo en la frontal. Turan ganaba línea de fondo y ponía un pase raso al corazón del área. El cuero se quedó atrás de las aspiraciones del 9 atlético pero, hoy por hoy, puede que estemos hablando del mejor delantero dentro del área pequeña que hay en el planeta. El recurso que se saca está al alcance de muy pocos: se da la vuleta con gran rapidez, logra controlar con la suela de espaldas a portería y, cuando parece que se revuelve para pegarla, hace un recorte de tacón para volver a dejar sentado a Amorebieta y fusilar a un Gorka que nada pudo hacer.

Con más corazón que cabeza

Así se llegaría al descanso y, tras él, Bielsa metió a Ibai Gómez e Íñigo Pérez por Iturraspe y Aurtenetxe para tener más mordiente a la hora de construir juego. El Atlético salió descaradamente a esperar un error de los leones y matar a la contra. Todos, excepto Falcao, se metieron atrás, mientras el Athletic, por fuerza, creaba ocasiones.

Los de Simeone estaban muy bien plantados sobre el terreno de juego y las ayudas eran constantes. De destacar es la aportación de Mario Suárez, espléndido en la medular, tanto en defensa como en el poco ataque de su equipo.

Fueron pasando los minutos y ante la impotencia de no crear ocasiones claras, el Athletic comenzó a colgar balones directos al área, pero hoy no era el día. Llorente apenas tocó dos balones en toda la segunda mitad, propiciado, por supuesto, por la gran labor defensiva del Atleti.

Con los leones volcados, mató el Atlético. Una contra en la que se quedó partido el equipo de Bielsa, la aprovechó Diego para, con una clase sublime, volver a dejar sentado a Amorebieta y cruzar el cuero ante la inutil estirada de Gorka.

El Atlético de Madrid es justo campeón de la Europa League, pero el Athletic es injusto perdedor. El fútbol es tan grande que propone este tipo de contradicciones.

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