La Marcha de la Dignidad termina “a palos”

De los 50 heridos, todos ellos policías nacionales, cuatro han tenido que ser hospitalizados por conmoción cerebral y pérdida de dientes. Fuentes de la Dirección General de la Policía han destacado el “especial salvajismo de los ataques” por parte de un grupo de manifestantes, mientras que Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, señalaba que el policía que se encuentra más grave había recibido patadas en la cabeza hasta quitarle el casco. Fuentes de la Delegación añadían que uno de los agentes había recibido una puñalada en el chaleco protector. 

 

Buena parte de las cargas policiales se han producido después de que un grupo de personas intentara acceder a la calle Génova, sede del PP. Además, varios manifestantes han intentado acampar en las inmediaciones de Recoletos. Antes, el punto final oficial a la Marcha de la Dignidad lo había puesto la lectura del manifiesto por Willy Toledo y Olga Rodríguez, representantes del movimiento que ha colapsado el centro de Madrid. Toledo, afónico, ha gritado: “Exigimos ya, porque ya está bien de pedir, que se vaya el Gobierno del PP”, entre aplausos y voces que pedían “Gobierno, dimisión”. “¿Nos movemos de aquí? ¡No! ¿Nos quedamos? ¡Sí!”, coreaba el actor. Olga Rodríguez ha recibido una gran ovación cuando ha hablado de la ley del aborto de Gallardón. “Quieren decidir sobre nuestro cuerpo. Decimos no a que nos digan si deseamos ser madres o no”.

 

Poco más tarde del cierre del acto algunos manifestantes se han instalado en la calle de Recoletos con tiendas de campaña, donde han producido algunas de las cargas policiales. Tras el cierre de la marcha, grupos aislados de manifestantes han comenzado a arrojar botellas, piedras y petardos a los agentes en Colón, donde se han producido los enfrentamientos más encarnizados. La Policía intentaba entrar en la plaza después de haber conseguido cerrar el paso a la calle Génova, donde se encuentra la sede del PP.Esta vía ha estado cortada con vallas ante las que se han agolpado los manifestantes, que han gritado a los agentes (más de 30 y más de 15 furgonetas, las conocidas ‘lecheras’): “Os pagamos nosotros”, “Madrid es nuestra”, “Nos tenéis que defender a nosotros”. Otro de los lugares blindados ha sido el Congreso. Era imposible pasar por delante de los leones de la calle San Jerónimo. Varias vallas, coches policiales y tres agentes cortaban el acceso.Además, se han apostado seis furgonetas y más de 15 policías frente al ministerio de Sanidad para evitar problemas al paso de la marcha. La policía ha estado muy presente en alguno de los accesos de Metro y Cercanías, como la estación de Atocha, donde seis agentes custodiaban los tornos, o la estación Méndez Álvaro.La marcha ‘oficial’, pacífica y festiva”En 2014 nos encontramos ante una situación extremadamente difícil, una situación límite, de emergencia social, que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de la clase trabajadora, la ciudadanía y los pueblos”, arrancaba el manifiesto leído por Toledo, en el que se exigía no sólo la dimisión del Ejecutivo, sino de “todos los gobiernos que recortan derechos sociales básicos” y que “colaboran con las políticas de la Troika”. “Los derechos y libertades nos han sido robados para favorecer los intereses de una minoría y asegurar sus beneficios, los mismos que nos han llevado a este estado de excepción social, a base de desmantelar la educación y la sanidad públicas, de reducir drásticamente las pensiones de nuestros mayores, de apoderarse de nuestras viviendas y de cerrar empresas, y despedir a miles de trabajadoras y trabajadores”, señalaba.Manifestación de las ‘Marchas por la Dignidad’Manifestación de las ‘Marchas por la Dignidad’Sanidad, educación, Sahara libre, protestas contra la reforma laboral… La Marcha de la Dignidad ha tenido espacio y lemas para todos, aunque las banderas republicanas y de la CGT han llegado a predominar sobre el resto. La organización habla de dos millones y medio de personas que, según apuntaban, han colapsado Colón mientras aún había manifestantes que no se habían movido de Atocha, lugar de inicio de la marcha. La organización pedía, entonces, que la gente se moviera hacia las calles colindantes para facilitar la llegada de manifestantes que estaban taponando Cibeles. Ha habido gritos contra PP y PSOE, pero también contra el capitalismo y la Troika. Todo ha cabido en esta manifestación, muy multigeneracional también. Camisetas verdes para defender la Educación, mascarillas para pedir una Sanidad pública, carteles de los extrabajadores de Telemadrid, de los afectados por Bankia, bomberos, agentes forestales… Todos han pedido mejoras sociales y la paralización de los recortes al grito de “¡Sí, se puede!” y “¡El pueblo unido jamás será vencido!”. En la pancarta que encabezaba la manifestación podía leerse la palabra ‘dignidad’ en todas las lenguas oficiales.Foto: Ángela Sepúlveda.Foto: Ángela Sepúlveda.El ambiente ha sido tranquilo pero reivindicativo. Entre los jóvenes participantes se podían ver mochilas con sacos de dormir, quizá el anuncio de un nuevo intento de acampada. A pesar de que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, quiso blindar la capital por temor a que las marchas se convirtieran en un nuevo 15-M, en el recorrido se ha visto poca Policía junto al recorrido pero sí muchos furgones en las calles aledañas, alejadas de la vista de los ciudadanos. A mediodía, la propia Cifuentes aseguraba que las marchas discurrían “sin grandes incidentes destacables” aunque esta noche se ha convocado una asamblea en el paseo de Recoletos. La defensa “de la dignidad del pueblo” y las políticas de recortes del Gobierno han sido los ejes de las seis columnas que han entrado en Madrid esta mañana y se han agolpado a lo largo del Paseo del Prado. Los participantes coreaban: “La crisis que la paguen los banqueros”, “El pueblo, unido, jamás será vencido” y “Hace falta ya una huelga general”.Un grupo de inmigrantes subsaharianos portaba pancartas que recordaban a los 15 “asesinados”, en alusión a los inmigrantes que murieron en febrero pasado ahogados en Ceuta, mientras que en otra se pedían “papeles y derechos para todos”.En declaraciones a los periodistas, el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, ha señalado que el Gobierno “maltrata al pueblo” y que los “maltratadores” “tienen que ser juzgados”. Asimismo, ha defendido “tribunales populares que tomen pacíficamente todas las calles y las plazas” y ha considerado que el pueblo “echará a este Gobierno y todos los que le repriman”.

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