El pianista algecireño Diego Ramos continúa con su gira por Castilla-La Mancha: “Un músico no puede vivir sin tocar”

El pianista Diego Ramos es natural de Algeciras. Esta ciudad fue su cuna y la primera que tuvo la suerte de escuchar a un pequeño Diego Ramos por aquel entonces que comenzaba a dar sus primeros pasos con el instrumento. Actualmente, este algecireño se dedica a su pasión, la música y más concretamente el piano. De hecho, está en plena gira recorriendo todas las ciudades de Castilla-La Mancha con ‘Il Bosco di Giarianno’, un proyecto que comparte junto al compositor José Zárate. La gira comenzó el pasado mes de enero y continuará hasta el próximo 21  de abril.

Este periódico ha tenido la oportunidad de hablar con Diego Ramos, sobre arte, su música y todo el trabajo, sacrifico y dedicación que hay detrás.

¿De dónde viene la pasión por la música y el piano?

La música nace con mi persona, es una pasión que tengo desde pequeño. Con el piano tengo una historia muy curiosa. Mi madre tocaba de pequeña el piano y le hacía ilusión que yo lo tocase. Un día, un muy buen amigo de mi padre, estaba en casa y me vio entrenando con un teclado.Realmente, fue él quien ese día tuvo una conversación con mi padre diciéndole que me apuntaran a clases de piano porque parecía que tenía capacidades para ello. Así que ahí empezó un poco todo. 

Trabajas como pianista y docente. ¿Qué te gusta más la interpretación o la  docencia? 

Funcionan como bases comunicantes. La interpretación se nutre de la pedagogía y viceversa. Uno aprende muchísimo enseñando, aunque esto parezca un tópico es una realidad.  Desde pequeño me gusta mucho enseñar y tocar es mi pasión. Me gusta mucho estar en contacto con la gente joven que entiende la música como una pasión aunque no tiene porque ser su profesión. Me gusta mucho intentar ayudar a que esas alumnas y alumnos tengan un desarrollo pianístico y artístico hasta donde lleguen, unos se dedicarán exclusivamente  y otras no. 

¿Crees que a la gente joven le sigue interesando la música clásica? 

En términos generales el arte está viviendo un momento un poco complejo en las nuevas generaciones. No solo a nivel musical sino cualquier materia artística que implique un trabajo y esfuerzo muy duro por parte de la persona que se quiere dedicar a ello. En el mundo actual, vivimos en sociedades en las que todo es inmediato, están muy presentes las redes sociales y tendemos a tener en ‘un click’ absolutamente todo. Todas aquellas activadades que requieran de un esfuerzo grande o una disciplina como es el caso de la música, estamos viviendo un poco ese problema. Es muy evidente que la sociedad en general no va por ahí. 

Por otra parte, la música en particular y otras materias artísticas en general, emanan de una necesidad del ser humano por comunicarse, así que, aunque ahora mismo parece que hay menos gente interesada en las disciplinas artísticas, sí que es cierto que como es una actividad indisoluble al ser humano, no se puede extinguir. 

En 2018 sacas tu primer disco, ¿cómo has vivido estos últimos años hasta llegar a ‘Il Bosco de Giarianno’?

El proyecto de grabar era algo que siempre me había planteado pero el momento no llega hasta que no te decides definitivamente a empezar. Entonces, de ese deseo de grabar nace esta primera idea de grabar el disco de Granados, sobre todo por mi experiencia en la academia Marshall en Barcelona.  Lo mismo con el segundo, Mompou. Siendo alumno de la academia Marshall tuve la gran suerte de trabajar con la viuda de Federico Mompou. De cualquier manera, el repertorio de la música española siempre ha estado en mi ADN. Ahora el turno ha sido para José Zárate. No cabe duda que la música continua, la historia la seguimos haciendo, la historia se va creando día a día y Zárate es uno de los productores españoles más relevantes de su edición. Lo que me tocaba ahora era unir esas dos pasiones. 

¿En qué te inspiras en cada uno de tus proyectos? 

La inspiración me viene fundamentalmente de la música pero aquí lo que hay es trabajo. La inspiración me suele llegar de la belleza del sonido. Tengo la suerte de poder elegir siempre el repertorio que deseo tocar, salvo en casos puntuales. Mi inspiración viene de ese deseo y ese amor por la música que voy a hacer. Me gusta mucho la pintura, la literaruta, la naturaleza… 

Aunque parezca muy cursi, el artista se nutre de la vida. Entonces, aunque te emborraches de otras disciplinas artísticas, está claro que el día a día también forma parte de esa inspiración, tanto lo bueno como lo malo. En mi opinión la inspiración esta sobrevalorada, sobre todo aquí [la música clásica] lo que hay es trabajo, es fundamental estar nutrido de otras experiencias artísticas. 

¿Un músico deja de formarse? 

No. Yo no he aprendido nada. Un músico está siempre aprendiendo. Las frases filosóficas del tipo ‘solo sé que no sé nada’ y tal son muy aplicables al arte. El arte es un camino y hay gente que logra acercarse aunque sea un poquito a la verdad artística y gente que no tanto pero de alguna manera todos estamos en ese camino de acercarnos a la génesis artística, que posiblemente sea la ambición de cualquier músico o de cualquier artista en cualquier disciplina. Es aprender, aprender y aprender. Si alguien sabe algo, que me lo cuente. Pero por fortuna eh, sino el artista estaría muerto. 

¿Cuáles crees que son las claves o factores para poder dedicarte exclusivamente a la música? 

En general, los artistas en cualquier disciplina tienen que tirar de otros trabajos para continuar. Hay muy pocos privilegiados que pueden dedicarse exclusivamente a su arte. Tenemos un mundo tan mercantilizado que no todos los que viven del arte son los mejores en su disciplina. Hay gente que es verdaderamente extraordinaria y que no pueden permitirse el “lujo” de vivir del arte. Hay mucha gente que está peleando por abrirse camino por vivir de lo que sienten, desean y quieren hacer pero realmente es muy complicado. En el caso de la música clásica es muy evidente. Vivir exclusivamente de tocar es muy complejo, muy complicado. Normalmente, el músico busca otras vías económicas para poder pagar la factura. En mi caso, soy un privilegiado. Me levanto por las mañanas y tengo que tocar el piano y por la tarde tengo que enseñar a tocar el piano, así que no me puedo quejar. 

¿Qué es la música para ti? 

Generalmente, la disciplina artística que elige un artista, en mi caso la música, es posiblemente la parte más importante de esa persona. Aunque suene a tópico, en mi caso, un músico no puede vivir sin tocar, sin estar cerca de un instrumento y in estar cerca del sonido. En mi caso, la magia de la música, del sonido en particular, se necesita como el respirar. Esto no quita que el trabajo sea duro. Me gusta hacer esa distinción entre inspiración y trabajo. Sí que es cierto que el artista tiene la necesidad de estar en contacto diario con su disciplina artística. 

De esta profesión no te jubilas, ¿no?

No. Nos queda todo por aprender. La única forma de no jubilarte es sentir el deseo de estar junto a ello y mientras ese deseo no se apague, vas y estás junto a ello. La jubilación no cabe. No tiene pinta de que vaya a dejar de tocar.  Cualquier persona que sienta pasión por lo que haga, estará vinculado el resto de su vida.  El arte es una manifestación del ser humano.

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