El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce Calleja (PP), junto a la 5ª teniente de alcalde y delegada de Feria y Festejos, Juana Cid Vadillo (PP) y el empresario de la plaza Las Palomas, Carmelo García, anuncian una corrida supuestamente benéfica a favor de las personas afectadas por la DANA.
Desde la Plataforma Antitaurina de Tarifa nos parece un disparate y un intento descarado de lavado de cara a una tradición sanguinaria, violenta y arcaica, instrumentalizando el drama de las víctimas del desastre natural que sufrieron varias poblaciones valencianas en el mes de octubre del año pasado.
Más bien, nos parece que intentan aprovecharse de la desgracia sufrida por tantas ciudadanas y ciudadanos, cuatro meses atrás, para promocionar un evento retrógrado y cruel que fomenta el maltrato y glorifica la tortura y matanza de seres inocentes.
Otro punto más que cuestionable, es la promoción para el público infantil. No solo se maltratarán, torturarán y matarán 6 toros delante niñas y niños, sino que se intenta fomentar la audiencia infantil y juvenil ofreciendo la entrada gratuita a los menores de hasta 14 años. Una vez más, se desoye conscientemente al Comité de los Derechos del Niño de la ONU, el máximo organismo internacional para la defensa de los derechos de los menores, que indica que esta forma de traumatizar y embrutecer a niñas, niños y adolescentes va claramente en contra de la Convención de los Derechos del Niño de 1989, una de las cartas Universales de Derechos Humanos.
Además, surge la duda sobre el supuesto carácter benéfico del evento. Aunque varios medios hayan publicado que las reses que serán torturadas hasta la muerte han sido donadas por las respectivas ganaderías, no hay mención sobre las cuantías que cobrarán los propios toreros y sus cuadrillas por sus actuaciones en este evento. Tampoco se esclarece qué porcentaje de las ganancias se donará para las personas afectadas de la DANA, ni de qué forma o a qué entidad se destinará esta donación. La falta de transparencia sobre los costes reales del evento, si todos los ingresos o solo las ganancias o, quizás, solo una pequeña parte de ellas serán destinadas a las personas afectadas de la DANA deja muchas dudas y preguntas abiertas.
Los actos inhumanos no se pueden vender como humanitarios, y menos, sin esclarecer quiénes serán los verdaderos beneficiados.
5 respuestas
Los seudoperiodistas de hoy son de risa, “un espéctaculo de sangre”…
Hombre tu diras, si no es eso ¿que es?
Los restos del circo romano… no es nada mas. Solo que ahora estaria mal visto echar cristianos a la arena.
¿Que te gusta?… no lo dudo, pero ser es lo que és. Y se puede decir y criticar. O ¿es que es intocable?
Evidentemente es legal, aun….Tambien lo era la caceria del zorro en Inglaterra y se acabo, y el mundo ha seguido dando vueltas….
Aqui como siempre, cosas del siglo pasado, no, mejor, del anterior. En otros sitios hacen conciertos solidarios….aqui no, esto, mas de lo mismo, si no es la legion sin cabra es algo de pasos de Semana Santa o un festival flamenco…..Es que no avanzamos ni a tiros oye…
Tiempo al tiempo, algun dia llegara el progreso a este pueblo….aunque con cosas como esta no se ponen cimientos para que pase.
Vaya volver a Algeciras y parece que el tiempo dejó de correr hace mas de 60 años. Parece que estamos ante un cóctel de problemas que haría que hasta el más optimista se plantease emigrar a Marte. Pero vamos a desmenuzar este pastel de frustraciones con un toque de humor, que si no nos reímos, lloramos.
Empecemos por las corridas de toros, ese espectáculo que algunos defienden como “arte” y otros ven como una barbarie con purpurina. Es como si en pleno siglo XXI siguiéramos usando palomas mensajeras en lugar de WhatsApp. Mientras el mundo avanza, nosotros seguimos dando vueltas en círculo, como el toro en la plaza.
Y hablando de dar vueltas, ¿qué pasa con el ocio para los menores de 80? Parece que si no te apasiona el bingo o el dominó, estás condenado a aburrirte como una ostra. Es como si hubieran diseñado las ciudades pensando en que todos somos jubilados con reumatismo. ¡Eh, que también existimos los que podemos subir escaleras sin jadear!.
Pero claro, ¿cómo vamos a tener un ocio vibrante si nuestra economía está más estancada que un charco en verano? Tenemos un talento especial para aferrarnos a lo de siempre, como si el mundo no estuviera cambiando a la velocidad de la luz. Mientras otros países inventan el coche eléctrico, nosotros seguimos apostando por la tracción animal.
Y no hablemos de la falta de iniciativa. Parece que nos han inoculado el virus del “para qué intentarlo”. Es como si viviéramos en un eterno domingo por la tarde, donde la mayor aventura es decidir qué serie maratonear. ¡Despierta, Algeciras! El mundo no se va a cambiar solo desde el sofá.
Lo de la nula inversión en sectores innovadores ya es de traca. Mientras otros países están colonizando Marte (bueno, casi), nosotros seguimos debatiendo si el jamón se corta a mano o a máquina. Es como si nos hubiéramos quedado dormidos en la revolución industrial y ahora intentáramos ponernos al día a base de siestas.
En fin, que entre toros, aburrimiento, economía de caracol, falta de iniciativa y alergia a la innovación, parece que estamos empeñados en convertirnos en el museo viviente de Europa. A este paso, vamos a tener que poner un cartel en la frontera que diga: “Bienvenidos al pasado, disfruten su estancia”.
Pero eh, no todo está perdido. Quizás si canalizáramos toda la energía que gastamos en quejarnos en hacer algo productivo, igual hasta inventábamos el teletransporte. O al menos, conseguíamos que los jóvenes tuvieran algo más emocionante que hacer que ver crecer el césped en la Comarca.
Al 100% con tu comentario, toros futbol y flamenco…..parece una pelicula de los 50. Falta que nos paremos firmes cuando bajen o suban la bandera no sea que nos den un cogotazo o algo peor….
Pues eso…. a seguir con lo de siempre…que que mas da, si les echan la papeletita a los de siempre….
No se puede describir mejor su comentario. Y es que es inevitable no sentir desilusión cuando ves que una ciudad, con tanto potencial, sigue perdiendo oportunidades debido a la falta de calidad y profesionalidad de sus dirigentes. Trabajando en el ámbito privado, he aprendido que la clave está en aportar valor desde el primer día: evaluar el estado inicial de un proyecto y demostrar una mejora constante. Esa es la tarjeta de presentación que marca la diferencia.
Sin embargo, lo que encontramos en nuestra administración local es todo lo contrario. La pasividad y la escasa productividad se han convertido en la norma. Hemos dejado pasar demasiados trenes que podrían habernos llevado hacia un futuro más próspero y competitivo. En lugar de ello, nos quedamos con la imagen superficial: trajes caros, apariencias de éxito y un “aire de preparación” que no resiste un análisis serio.
Si estuviéramos en una empresa privada, el nivel de incompetencia actual no sería tolerado. Hace mucho tiempo que el alcalde y su equipo habrían sido reemplazados por no alcanzar los estándares básicos de gestión y resultados. Es vergonzoso que se permitan errores de formación tan básicos y una falta de profesionalidad tan evidente.
Mientras tanto, otras localidades avanzan, cierran acuerdos y se posicionan como referentes en la región, mientras nosotros nos quedamos al final del vagón, viendo cómo todo pasa de largo. Si no se toman medidas, el futuro será aún más desolador. Es hora de exigir más, de aspirar a algo mejor, porque nuestra ciudad merece mucho más que conformarse con estar en el tren de cola.