Denuncia que Yelmo Cines impide a su hija diabética llevar su merienda baja en azúcar

Yelmo Cines ya confirmó en su día, a preguntas de este periódico, la prohibición de introducir comida en el establecimiento, argumentando que esta está amparada por la ley de Establecimientos de Espectáculos Públicos, y arguyendo que, del mismo modo, también se prohíbe el acceso de comida o bebida, por ejemplo, al teatro.

Rocío Daniel, la madre de la niña diabética, ha denunciado su particular caso en una publicación de Facebook que ya ha alcanzado los 28.000 compartidos y los 5.000 comentarios. En la misma señala:

“Ahora que ya ha pasado todo y la rabia ha dado paso a la decepcion y a la impotencia quiero compartir con vosotros lo que nos pasó el pasado lunes 2 de diciembre, y que a poder ser compartáis para que cosas de estas no vuelvan a pasar. Tengo una niña de 11 años, sin duda lo mejor de mi vida, ella lo es todo para mí. Es una niña prudente, tímida, risueña y sobre todo con muchas metas y muchos sueños por cumplir. Hace 9 meses ingreso en el hospital de la línea con glucemia de 860 y cetoacidosis diabética lo que poco después nos confirmaron que tenía diabetes tipo 1 autoinmune y era insulino-dependiente . Aquello marcó un antes y un después en mi vida, en ese momento se me acabó el dormir una noche completa, se me acabó el dejarla ir a comer a casa de una amiga, o ir a una fiesta pijama sin estar yo en la habitación de al lado. He tenido que aprender a ponerle sus pinchacitos antes de las comidas, y a verla hacerlo ella misma con 10 años, a pesar todo lo que come, y a saber remontarla cuando entra en hipoglucemia sin que ella me note mi pena ni mi preocupación. Y hemos tenido que compaginar nuestras visitas a la playa o al zoo con las visitas a los médicos que continuamente la controlan y revisan. Pues el día 2 fue su cumple y quiso ir al cine a ver una peli, por lo que ante los buenos comentarios de amigos y conocidos fuimos al que está en el centro comercial de Algeciras, a Yelmo Cines. Al entrar miré en la cafetería de esta empresa para ver qué es lo que vendían y que a mi hija no le afectará demasiado a sus niveles de glucosa, pero como es de imaginar solo tenían refrescos, palomitas (que no le gustan) nachos, un sin fin de productos de chocolate y chucherías. Al comprobarlo, comenté a todo el personal la situación de salud de mi hija, y les dije que ella llevaba su merienda pesada y calculada a la insulina que se había puesto 10 minutos antes de la hora prevista de entrar en el cine. Mi sorpresa es que me dicen que no dejan entrar a la niña con comida de fuera, después de explicarle su situación de salud y enseñarles el neceser que mi niña lleva siempre consigo con todo lo necesario para controlar su enfermedad. Ni aún así nadie mostraba un poco de empatía con nosotros por todo esto además de que era su cumpleaños. Me llegó a decir una empleada que si la niña entraba al cine la iba a vigilar a ver si comía algo de fuera y que de ser así le quitaría la comida, lo que implica una situación peligrosa que incluso puede poner en riesgo la salud y la vida de mi hija.
Vinieron más personal, gerentes, seguridad pero nadie estaba dispuesto a dejar entrar a mi pequeña en el cine con su merienda. Ante la injusticia que estaba ocurriendo allí y viendo a mi hija sentada en una silla viendo como la discriminaban no dejándola entrar si no comia de los productos que ellos vendían que tan dañinos son para ella, pedí la hoja de reclamaciones, que rellene y que la única respuesta que me dieron por escrito es que me devolvían el dinero de las entradas. Soy perfectamente consciente de que hay unas normas, pero también deberían estipular excepciones para personas con un motivo de peso como es el caso de mi hija, porque ya tenemos bastante y ya es lo suficientemente difícil el día a día como para que encima personas que no tienen ni idea den prioridad a un puñado de euros gastados en su bar, aunque ello implique fastidiar a una niña el día de su cumpleaños teniendo que volver a casa con la frustración y la impotencia de ver sentada en una silla como no la dejaban entrar al cine por llevar una merienda sana en su mochila. Creen que a ella no le gustaría hartarse de dulces, chuches y coca cola como los demás niños viendo la peli? Indignación, impotencia y una profunda tristeza, y todo ello me da las ganas suficientes para llevar esto a donde lo tenga que llevar con tal de que se sepa lo que le hicieron a mi hija e intentar que las cosas cambien. Ayudarme a compartir y difundir esta historia tan desagradable. Mil gracias”.

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