IAM/Redacción La Guardia Civil ha asestado, en el marco de una operación policial internacional, un “golpe muy duro” a una red que usaba la ruta marítima por el Mediterráneo Oriental y otra terrestre por el Sahel para financiar con el tráfico de drogas y armas a grupos insurgentes y vinculados al terrorismo yihadista en países como Libia, Siria e Irak.
“Se trata de una misma red con una estructura muy compleja, a veces en forma piramidal y a veces con células independientes”, ha explicado en rueda de prensa el teniente coronel Javier Rogero, jefe de la brigada de la Policía de Judicial de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Una operación, denominada URCA, compleja y que no está cerrada: “No se puede decir que la red está descabezada, pero sí que se le ha infligido un golpe muy duro”.Turquía
El grupo utilizaba buques que salían desde Turquía para traficar con drogas y, con el dinero recaudado, se financiaba la actividad de grupos terroristas y de insurgentes de países de la cuenca mediterránea oriental. Se trata de una operación coordinada por EUROPOL que arrancó en 2013 y con la que se ha detenido a 109 personas, entre ellos 14 españoles -sin perfil de combatientes o radicalizados– e intervenido cinco buques con cerca de 100.000 kilogramos de hachís.Uno de esos buques, de bandera panameña, fue intervenido en la madrugada del 23 de septiembre por efectivos de Unidades Especiales de Intervención de la Guardia Civil en aguas del Estrecho de Gibraltar. Contaron con el apoyo aéreo de un avión del Servicio Aéreo italiano y se consiguió detener a doce tripulantes (once ucranianos y uno de Uzbekistan), con abundante documentación y material informático que se ha compartido con el resto de policías que intervienen en la operación URCA.
El barco transportaba entre la carga legal de madera 19.600 kilos de hachís, “lo que la convierte en una de las mayores aprehensiones de este tipo de sustancias estupefacientes”. “Al principio este tipo de cargamento iban a la vista, pero últimamente la ocultan entre sal o madera. Ya empiezan a notar el aliento en el cogote y a tomar sus precauciones”, ha expuesto el teniente coronel Rogero, que ha recordado que España es el país que más hachís incauta del mundo (378.702 kilos en 2015).
Este responsable de la Guardia Civil ha insistido en que “queda mucho todavía por hacer” para poder hablar de que se han conseguido desmantelar las rutas que utilizan terroristas e insurgentes para financiar su actividad criminal. No obstante, ha informado de que con la última operación se ha conseguido también desarticular la estructura terrestre que operaba a través del Sahel para introducir en Libia camiones con armas y drogas, una operación liderada por la Guardia Civil y la Gendarmería de Marruecos.