Carta abierta a dos concejales del Ayuntamiento (Alejandro y Leonor). Por José María Arana.

IAM/JMA  Hay que preguntarse cuál es el interés que pueden tener Alejandro Gallardo y Leonor Rodríguez, concejales de ASSP en el Ayuntamiento, en que ALGESA esté en manos del PP, sin interferencia alguna.

En mi mente no cabe la posibilidad del revanchismo político. No porque no hayan actuado antes así (hace ya tiempo que vienen cayendo en repetidos actos de insolidaridad con los ciudadanos algecireños, acordes sólo con su desmedido deseo de medrar en el cabildo). En este caso su grado de vileza me parece aún mayor. Es algo que nunca podía haber imaginado. No. No es comprensible que se unan al PP y que le faciliten a éste que vuelva a salir impune a sabiendas de todas las atrocidades administrativas (y según parece hay hasta ciertos actos de violencia y fraude aún por esclarecer ante la justicia) que han venido cometiendo en ALGESA durante todos estos años. Creo que debe de haber intereses más oscuros que el simple revanchismo en este asunto. 

Ya ocurrió un hecho lamentable y de gran villanía con esa famosa cuenta en la que, uno de los elegidos por la ciudadanía para custodiar el dinero, bajo su cuenta y riesgo, sacó todo el dinero que había en la cuenta de la organización política PODEMOS, hasta entonces regulada y regimentada por la ciudadanía a través de tres de sus miembros, y lo puso en la cuenta de un particular del mismo grupo político. Con ello rompieron ambos el régimen democrático que existió durante algún tiempo en el ya cadáver zombi de PODEMOS Algeciras. Espero que pronto se juzgue este delito, a menos que también intenten algún contubernio con la jurisprudencia algecireña, pues el pecador induce al pecado, como es bien sabido por todos (de todo hay en la viña de Satanás) y la muestra de ello está ahí, con el hecho de que ahora hagan coalición con el PP para quitar a María José Jiménez Izquierdo del Consejo de Administración de ALGESA, justo en el momento en el que se está consiguiendo esclarecer todo el entramado que hay detrás de esta empresa pública. Pienso que ya se están quitando la máscara que los cubría y que mucha gente se está dando cuenta, aunque tarde, de qué pie cojean (y estos no cojean como “El diablo cojuelo” de Luis Vélez de Guevara, personaje entrañable, que por su picardía, buen sentido y gracejo, era capaz de endemoniar al propio diablo). Las siglas PODEMOS les ha servido hasta ahora de piel de cordero, debajo de la cual han ido escondiendo su verdadera alma de lobos (entiéndase “el lobo” en el sentido fabulista de los siglos XI y XII, que al pobre animal nadie le ha dado vela en este entierro). Pero al final la naturaleza se encarga de devolver a cada uno a su lugar de origen.

Las palabras han de ir ligadas a los actos. Y son los actos, en definitiva, los que demuestran la idiosincrasia de una persona o de un grupo de personas. A mí me parece que ha ocurrido aquí como le ocurrió al pícaro Lázaro de “El lazarillo de Tomes” en sus últimos días, que después de haber sufrido muchos reveces, se aproximó a los “buenos”, para garantizarse una grata vejez y después, “que me quiten lo bailao”, pues aquí “todo vale”. 

Disculpo al pobre “Lázaro”, pues la vida le trató mal y lo condujo a buscar la felicidad en sus últimos días, a pesar de soportar la cornamenta que le ponía su bienhechor, el clero. (Todo el que vende su alma al diablo tiene que soportar la cornamenta después, así que recomiendo a algunos  que tengan cuidado al entrar por la puerta del cabildo la próxima vez que vayan a un pleno, no sea que tropiecen y se enganchen con el alfiz de la entrada) ¡Cada uno a sus prebendas! Es cierto, que el honor y la dignidad no tienen precio, porque todos tenemos la piel del santo, pero  estos personajes (Alejandro y Leonor) se ve que tienen la piel muy fina. Y a ti, Lázaro, te digo:(que nadie se ofenda, se lo digo al Lázaro que llevo dentro, por lo que me toca) ¡Resucita de una vez y que no te engañe más esta gente, hombre! ¡Que ya está bien! 

 

Fdo: José María Arana Cabello. 

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