La ciudad de Algeciras participa hoy en el mayor simulacro de emergencia por maremoto realizado en España, una prueba que abarca toda la provincia de Cádiz y que tiene como objetivo evaluar el funcionamiento de los sistemas de alerta, evacuación y coordinación ante un eventual tsunami.
La alerta sonará en los móviles alrededor de las 10:03 h
A partir de esa hora, muchos vecinos y visitantes que se encuentren en zonas costeras de Algeciras recibirán en sus teléfonos un mensaje del sistema ES-Alert con el texto:
“Alerta Protección Civil – Simulacro”.
Podrán recibirse hasta tres avisos: uno inicial, una posible repetición y otro final indicando la conclusión del ejercicio.
Zonas implicadas en Algeciras
El simulacro se centra especialmente en:
Zonas bajas del litoral de Algeciras
Centros educativos donde se realizarán evacuaciones controladas
Áreas municipales próximas al mar
Sectores de El Rinconcillo y sus alrededores
En estos puntos se activarán rutas de evacuación, desplazamientos de personal y pruebas de coordinación entre los distintos cuerpos de emergencia.
¿Qué debe hacer la ciudadanía?
Mantener la calma: no existe riesgo real.
Si llega el mensaje al móvil, únicamente hay que leerlo y reconocer que forma parte del simulacro.
Las evacuaciones solo afectan a centros o colectivos concretos previamente avisados.
No se debe llamar al 112 a menos que exista una emergencia real ajena al ejercicio.
Es recomendable comprobar que las alertas de emergencia del teléfono están activas para futuras situaciones reales.
Un ensayo necesario para una ciudad estratégica
La Bahía de Algeciras es un enclave de gran relevancia por su puerto, su densidad poblacional y su cercanía al litoral. Por ello, este tipo de ejercicios resulta fundamental para verificar el tiempo de respuesta, el funcionamiento de las rutas de evacuación y la coordinación entre administraciones locales, autonómicas y estatales.
Objetivo: mejorar la preparación colectiva
El simulacro de hoy busca que Algeciras esté mejor preparada ante la remota pero posible amenaza de un maremoto. Aunque todo sea una recreación, el aprendizaje que deja es real: conocer los avisos, saber reaccionar y fortalecer la cultura de prevención en una ciudad abierta al mar.
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