En marcha el testamento por vía digital

Las reacciones en la blogosfera no han tardado en llegar. Hay quién piensa que se trata de una extravagancia más de los américanos. Otros, sin embargo, aplauden la iniciativa pues satisface una necesidad que hasta ahora no estaba cubierta. El asunto puede parecer trivial, pero si pensamos en el valor que tienen para nosotros todas las fotos, vídeos, música, mensajes y en general, datos que almacenamos en la web, seguro que nos preguntaremos qué pasará con ellos cuando nos vayamos al otro barrio.

 POR UNA MODICA CANTIDAD DE 30 DOLARES

Por una “módica” cantidad de 30 dolares anuales o 300 euros, si se contrata el servicio para toda la vida, podemos indicar el nombre y dirección de las personas a quienes queremos que se remita la información de cada una de nuestras cuentas (a mi mujer la de Facebook, a mi hermano la de Tuenti, a mi hijo la de Flickr…). También es posible programar una serie de correos electrónicos que se enviarán en el caso de defunción. Eso sí, para avisar a la compañía se requiere que algún familiar o amigo presente un certificado de defunción de esa persona. Es entonces cuando se envían hasta cuatro correos a la persona fallecida y si en el plazo de 48 horas no contesta, se activa todo el sistema.

EL DEBATA SOBRE LA INMORTALIDAD ESTA ABIERTO

Este tipo de situaciones, si bien nada agradables, pueden repetirse, con la llegada de la era digital, con relativa normalidad. Las empresas de Internet suelen ser muy cautelosas con los datos y privacidad de los usuarios. En el caso de España, por ejemplo, hizo falta una orden judicial para la intervención de su cuenta en Tuenti.El debate sobre nuestra inmortalidad en internet está abierto y por eso muchas compañías se lanzan al mercado de las funerarias on-line prometiendo un lugar donde desloguearnos en paz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *