«O traes el dinero o matamos a tu marido y nunca volverás a verlo»

 

IAM/LVG La mujer liberó a su pareja con un pago ficticio controlado por la policía. S.O. (Marruecos, 1979) son las iniciales que por seguridad utiliza la esposa de un marroquí secuestrado en Algeciras y liberado el pasado sábado en una espectacular operación policial.

 

De no haber sido liberado, le hubiesen matado las mafias del Estrecho. Esta mujer, que reside en Lugo, recibió una llamada de su marido desde la ciudad gaditana. Le pedía que entregase entre cuatro y cinco mil euros porque de no ser así lo matarían. Después de cuatro días de cautiverio fue liberado en una operación en la que ella se implicó viajando a Andalucía acompañada de los policías. En la operación fueron liberados dos secuestrados.-¿Cómo se enteró de que su esposo estaba secuestrado?-Yo estaba tranquilamente en mi casa de Lugo y me llamó mi marido por teléfono. Me pedía dinero. Me decía que tenía que entregar entre 4.000 y 5.000 euros porque si no, lo mataban. Estaba en en algún lugar de Algeciras retenido por los secuestradores.-¿Quién se comunicaba con usted cuándo su marido estaba secuestrado?-Me llamaba él y también los secuestradores. Me llamaban muchas veces al día. Pedían el dinero y decían ?si no traes el dinero vamos a matar a tu marido y nunca volverás a verlo ni llegará vivo a Lugo?.-¿Sabe ahora cuántos eran los secuestradores y si formaban parte de una mafia del Estrecho?-En un primer momento pensaba que me llamaba uno solo, pero cuando los detuvo la policía encontró a dos secuestradores que retenían a mi marido y a otro compatriota.-¿De qué forma le presionaban los secuestradores?-Me decían que si no les llevaba el dinero lo mataban o le metían hachís para que lo encarcelaran y que de cualquier manera no lo volvería a ver. Y todos los días me insistían con esas mismas frases.-¿Qué hizo al saber que su marido estaba secuestrado?-Nada más recibir la llamada y saber que estaba retenido fui a la comisaría de Lugo a poner la denuncia. Me puse también en contacto con el despacho lucense de abogados Acebedo&Paz, que me asesoraron muy bien desde el principio de la operación en este difícil trance de mi vida.-¿Cómo se encontraba en esos días durante los que su marido permanecía secuestrado?-Realmente, muy mal. No pude comer en varios días. En la propia comisaría me puse muy nerviosa y me maree. Los días siguientes también fueron muy malos y agotadores. Prefiero no recordarlo.¿Sintió miedo en algún momento?-Sí, mucho. Aún vivo con cierto pánico ahora por si los secuestradores me conocen y puedo correr peligro.-Pero ni ahora tras la liberación respira tranquila-Pues continúo con miedo porque la familia de mi esposo sigue recibiendo amenazas en Marruecos y allí las cosas no son tan fáciles.-¿Pudo ver a su esposo y estar con él después del secuestro?-Sí. Yo ya estaba con la policía en Algeciras cuando lo liberaron. Los agentes detuvieron a los secuestradores en esa ciudad cuando yo iba a hacer con ellos un intercambio de dinero ficticio. Me llené de valor y yo sola cogí un autobús a Madrid. Allí me esperaban los agentes para viajar a Algeciras, en donde yo les obedecí e hice una entrega ficticia de dinero, tras lo cual ya los apresaron. En realidad les ayudé a buscar a los cabecillas de una banda que secuestraba gente para pedir dinero a cambio.-¿Le resultó difícil colaborar con la policía?-No, lo hice en todo momento. Primero contándoles todo lo que me decían los secuestradores y ahora informándoles de cómo vivió el cautiverio mi marido.-¿Cómo está en estos momentos su marido?-Tiene miedo y se recupera de sus lesiones. Me dice que no quiere recordar esos días de cautiverio. Recibió golpes, pasó hambre, estuvo atado y tiene aún las marcas en el cuerpo de los cordones sobre la piel.-¿Por qué lucha ahora?-Ahora lo principal es que a mi marido le concedan el permiso de residencia y pueda vivir en territorio español. De ser así, huiría de las mafias y podríamos vivir aquí más tranquilos y trabajar.-¿Cree que lo conseguirá?-Quiero ser optimista. Además hay una ley que dice que una persona que muestra colaboración, se pone en riesgo y le PRESTAcolaboración en todo momento a la Policía en un caso como este, tiene derecho al permiso de residencia por un año.-¿Qué le pide a las Instituciones?-Igual que yo colaboré con los ellas, espero que colaboren conmigo y le concedan el permiso.-¿Se portó bien la Policía con usted?-Si, se portaron muy bien en todo momento y le estoy muy agradecida. Fue poner la denuncia en la comisaría y confiar en mi desde el primer momento y ayudarme.S.o. esposa del marroquí secuestrado en Algeciras y liberado por la policía«Mi marido se está recuperando; recibió golpes y tiene las marcas de las ataduras»«Una persona que colabora con la policía tiene derecho al permiso de residencia»«Me llamaba mi esposo y los secuestradores a diario pidiéndome 4.000 euros»Una normativa que puede darle permiso de residencia a quien colabora con la seguridad del EstadoEl artículo 127 del Real Decreto 557/2011, de 20 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, tras su reforma por Ley Orgánica 2/2009, permite conceder una autorización a las personas que colaboren con las autoridades administrativas, policiales, fiscales o judiciales en cuestiones ajenas a la lucha contra redes organizadas, o cuando concurran razones de interés público o seguridad nacional que justifiquen la necesidad de autorizar su residencia en España.Según este artículo, dichas autoridades podrán instar a los órganos competentes la concesión de la autorización de residencia a la persona que se encuentre en alguno de estos supuestos.Este secuestro ocurrido hace unos días en Algeciras podría amparase en esta normativa y en este real decreto ley, puesto que se trata del secuestro de un hombre que no tiene permiso de residencia en España y cuya familia, concretamente su mujer, puso en riesgo su vida para colaborando en todo momento con las autoridades.Una mujer valiente y trabajadora con ganas de seguir viviendo en LugoAunque todavía está muy nerviosa y afectada por la situación extrema de estrés que vivió durante los días de secuestro y extorsión de su marido, S.O. es una mujer valiente y trabajadora. Llega puntual a la cita y advierte que tiene que salir a determinada hora para cumplir con el horario de entrada en su trabajo. Tiembla solo de pensar que puedan reconocerla porque las mafias la aterrorizan. Aún así, confía en sus abogadas y sigue en su trabajo, al tiempo que saca valor para las gestiones judiciales y policiales, igual que cuando se atrevió a participar en la entrega ficticia de dinero controlada por expertos policías. Una situación más propia de las películas de acción que de la realidad, pero que esta valiente mujer marroquí soportó con entereza y frialdad, logrando engañar a los secuestradores y permitiéndole a la policía culminar con éxito la operación.

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