El ministro Miguel Arias Cañete.
TCAM/NACIONAL. José Contreras.-En este sentido, Arias Cañete ha recordado que actualmente tenemos un marco de ayudas que cubre hasta el 15 de junio, “y nuestro deseo sería que cuando concluya ese marco de ayudas, que el Gobierno puso en marcha para que el sector no padeciera ningún perjuicio económico durante la parada involuntaria, tuviéramos ya el nuevo acuerdo con la aplicación provisional”.
El ministro, que hacía estas declaraciones a la entrada del Consejo Europeo de Pesca, ha indicado que España es partidaria de la regionalización de la Política Común Pesquera. “Somos partidarios de que los Estados de una determinada zona pesquera tomen las decisiones ellos mismos, sin interferencias de otros países que no conocen suficientemente las condiciones técnicas bajo las que debe desarrollarse una pesquería”, ha manifestado.
España es el principal valedor del acuerdo con Marruecos por sus intereses para la flota española y porque considera al país magrebí un socio estratégico de la Unión Europea. El veto ha afectado a 64 barcos españoles, aunque la UE cuenta con más de un centenar de licencias –en su mayoría canarias y andaluzas– para operar en el marco del acuerdo.
Flotas artesanales
Por otra parte, el ministro Arias Cañete se ha mostrado partidario de introducir las concesiones de pesca transferibles en la Unión Europea, pero con la salvedad de incluir un cambio en la definición que propone la Comisión para la flota artesanal y costera, “ya que no se trata sólo de buques inferiores a 15 metros de eslora, sino que muchos barcos de más eslora, a veces, hacen mareas de menos de 24 horas”. “Estas mareas, ha añadido el ministro, tienen que ser un factor condicionante de la posibilidad de exclusión de estas concesiones pesqueras transferibles”.
Respecto a la dimensión socio-económica de la pesca, Arias Cañete espera que la Comisión sea sensible a que la creación de empleo a corto plazo sea un objetivo a perseguir en el marco de la reforma de la Política Común Pesquera, “sobre todo para un país como España, que tiene muchas zonas dependientes de la pesca”. “Defenderemos que ese empleo alternativo a la propia actividad pesquera extractiva hay que crearlo en actividades como la transformación del pescado y la industria conservera”, ha añadido.
Asimismo, el ministro ha explicado que “en esa dimensión socio-económica hay que insertar medidas de apoyo a las mejoras de las condiciones de seguridad a bordo y de higiene en el trabajo, a través de ayudas en los nuevos reglamentos comunitarios”, ha completado.
Marco de apoyo
El ministro también ha afirmado que España es partidaria de contar con un marco de apoyo a la renovación de la flota, “sobre todo teniendo en cuenta las características de nuestra flota, que ya tiene una cierta edad en determinados segmentos”.
Finalmente, Arias Cañete ha indicado que la propuesta de reforma de la PCP “cambia en cada debate, donde se flexibilizan las posiciones y el impacto económico que pueda tener para España no se conocerá hasta que conozcamos definitivamente la reforma y sepamos cuáles son las posibilidades que el Fondo Europeo de la Pesca nos va a permitir”. “Confiamos en que haya una negociación equilibrada y, al final, podamos tener una actividad pesquera sostenible y mantener el empleo en nuestro sector”, ha concluido.
Negociaciones
La Comisión Europea ha lanzado las negociaciones formales con Rabat para tratar de cerrar un nuevo acuerdo pesquero que permita a la flota comunitaria regresar a las aguas gestionadas por el país alauí, que tuvieron que abandonar de manera precipitada el pasado diciembre después de que el Parlamento Europeo invalidara el anterior régimen pesquero.
La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, logró el pasado febrero el permiso de los Veintisiete para negociar en su nombre un nuevo acuerdo pesquero que garantice la sostenibilidad de la pesca, pero sobre todo la rentabilidad económica para la Unión Europea y el respeto de los Derechos Humanos de la población saharaui.
Viaje a Rabat
Damanaki, que viajó el pasado fin de semana a Rabat para lanzar el proceso de negociaciones, ha confirmado en un comunicado “el inicio de conversaciones exploratorias” para un nuevo protocolo de pesca con Marruecos. “La Comisión Europea considera a Marruecos un socio clave, no sólo en el Mediterráneo, sino en general”, según ha dicho la comisaria, quien considera que se ha producido un comienzo de negociaciones “muy bueno”.
El nuevo pacto por el que trabajará Bruselas tiene por objetivo “respetar la sostenibilidad medioambiental, beneficiar a las dos partes y estar en línea con el Derecho internacional”, ha explicado la comisaria. “Para la Unión Europea y para Marruecos, la cooperación no es una elección, es una necesidad. Tenemos que cooperar si vamos a gestionar los recursos pesqueros con eficacia”, ha concluido Damanaki.
Dudas
Las dudas de los servicios jurídicos de la Eurocámara y de la mayoría de los eurodiputados sobre que el convenio anterior respetara estos tres requisitos provocaron que el acuerdo quedara invalidado el pasado diciembre.
La situación de la excolonia española fue uno de los puntos más polémicos porque varios Estados miembros, entre ellos Reino Unido y Países Bajos, reclamaron una referencia al Sáhara occidental en el mandato de negociación. Finalmente triunfaron las presiones de España y Francia para evitar cualquier mención expresa, por temor a que dificultara los contactos ya enrarecidos con Rabat.