Barrio Vivo aporta herramientas para la corresponsabilidad en el ámbito familiar, laboral y social

Uno de los objetivos de la coordinadora contra la droga Barrio Vivo es aportar las herramientas necesarias para una formación basada en la corresponsabilidad, es decir en un reparto armónico y equilibrado entre hombres y mujeres tanto en el entorno familiar, laboral como social. Para ello, pone en marcha a lo largo del curso una serie de seminarios y grupos de
trabajo destinados especialmente a los hombres, aunque también a la población en general, con el objetivo de fomentar aptitudes dirigidas a compartir responsabilidades. Estas iniciativas se llevan a cabo, especialmente, en la sede de Barrio Vivo Sur, en La Piñera, pero están abiertas a la población de otras zonas de la ciudad.

Cristina Recalde, psicóloga, ha destacado que este programa, aunque de él se puede beneficiar toda la unidad familiar, va dirigido particularmente a la población masculina. Se trata de facilitar, especialmente a los hombres, aptitudes a la hora de realizar cualquier actividad relacionada con menores, en el ámbito de las tareas domésticas, en el cuidado y educación de las
niñas y niños, pero también a nivel laboral. Para ello se emplean distintos medios transversales como la formación y la sensibilización. Yoandri Cárdenas es, junto a Cristina Recalde, encargado de llevar a cabo estas iniciativas, que se enmarcan en el Programa Equilibra-Dos” y que cuenta con la subvención de la consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía.

Recalde ha añadido que las intervenciones se llevan a cabo tanto de manera individual como grupal a través de seminarios enfocados a los jóvenes, pero también se trabaja en corresponsabilidad, conciliación e igualdad con la población migrante: “Muchas veces y debido a pertenecer a culturas diferentes, con formas de vida distintas y muy arraigadas, hay que incidir
frente a unos roles masculinos y femeninos muy diferenciados”. En muchas ocasiones, los hombres, debido a las barreras culturales o de educación, de origen patriarcal, rechazan los trabajos dirigidos a la limpieza de la casa o del cuidado de personas mayores o niños y niñas. Corresponsabilidad significa compartir responsabilidades. Esto supone interpretar la
realidad de manera que hombres y mujeres sean capaces de realizar este tipo de trabajos y que además ello supone una ganancia importante en el desarrollo personal. Supone también considerar que las mujeres no son obligatoriamente las realizadoras únicas de estas tareas.

La corresponsabilidad es una medida más dentro de las que podríamos inscribir entre las acciones destinadas a conciliar la vida laboral, familiar y personal y alude a la responsabilidad personal, al grano de arena concreto que cada persona puede aportar en su vida cotidiana.
La corresponsabilidad doméstica es una situación de superación de los roles de género en el hogar común. Consiste en que entre los hombres y mujeres que conviven no haya una división funcional del trabajo del hogar en función del género, sino que ambos, mujeres y hombres, se responsabilicen por igual de la organización y realización de las tareas necesarias para un correcto mantenimiento del espacio común. Consiste, pues, en una distribución equitativa y democrática
de las responsabilidades y actividades domésticas.

Otras actividades tienen como objetivo trabajar con jóvenes para que ellos mismos diseñen campañas de corresponsabilidad dirigidas a este mismo colectivo. Igualmente se trabaja en otras ocasiones con población masculina para el cuidado profesional de los menores. La formación y sensibilización van acompañadas de mediación administrativa para la búsqueda de empleo, con la elaboración de currículos.
Además de la sede Sur de Barrio Vivo, este programa cuenta con un aula para la formación, cedida por la asociación de vecinos Puerto Blanco de La Piñera.

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