Las protestas de la generación Z en Marruecos se vuelven violentas y dejan 400 detenidos y 300 heridos

Los jóvenes piden mejoras en sanidad y educación, oportunidades de trabajo y una mayor justicia social.  Tras tres días sin pronunciarse, el Gobierno ha trasladado este martes su disposición a dialogar con los jóvenes.  Las protestas de la Generación Z en Marruecos se vuelven violentas tras tres días sin respuesta del Gobierno

La generación Z sigue pisando las calles de Marruecos, reclamando mejoras y coreando al unísono “No queremos Mundial, queremos sanidad”. Los jóvenes exigen al Gobierno reformas en sanidad y educación, oportunidades de trabajo y una mayor justicia social.

Este martes, se han registrado disturbios en al menos 17 provincias, con más de 400 detenidos, casi 300 heridos y considerables pérdidas materiales. Las manifestaciones empezaron el sábado de manera pacífica en Rabat, la capital, pero tras tres días de silencio gubernamental, las manifestaciones se han vuelto violentas. Este martes, el Gobierno marroquí ha manifestado en un comunicado su disposición a dialogar con los jóvenes y a atender las demandas de los manifestantes “dentro de las instituciones y espacios públicos, para encontrar soluciones realistas y viables”

Marruecos se ha convertido en un reflejo más del descontento que sacude a los jóvenes y que les ha sacado a las calles consiguiendo cambios importantes en países como Nepal, Kenia, Bangladesh, Madagascar o Perú. El 41% de la población de Marruecos tiene menos de 25 años, en un país en el que la tasa de desempleo juvenil (15-24 años) ha alcanzado el 47% en el segundo trimestre de 2025, según estadísticas del Banco Central.

El origen: la muerte de ocho mujeres embarazadas
La chispa que incendió a la Generación Z y la sacó a las calles Marruecos fue el fallecimiento de ocho mujeres embarazadas en tan solo un mes en el Hospital Hassan II de Agadir, en el sur del país. Estas muertes provocaron la destitución de altos responsables de salud locales, la apertura de una investigación judicial y protestas ciudadanas que denunciaban el empeoramiento de la atención médica y lo que consideraban un aumento de casos de negligencia.

La sospecha entre la posible relación de estos fallecimientos con el deterioro de los servicios sanitarios hizo que los jóvenes se organizasen y publicasen un documento de una página con sus demandas básicas y su compromiso con unas manifestaciones pacíficas.

El texto pide la universalidad de la cobertura sanitaria, la modernización de los centros hospitalarios y el acceso a medicamentos a precios asequibles, así como la mejora de la calidad educativa, la formación y la mejora de las condiciones laborales de los docentes. Fue acordado en la plataforma digital ‘Discord’, que reúne a más de 125.000 miembros que, según aseguran, no pertenecen a ningún partido político o sindical.

Manifestaciones no autorizadas, disturbios y fuerte represión policial
Desde el principio, las autoridades prohibieron las movilizaciones pacíficas de Rabat y de otras grandes ciudades como Casablanca, Marrakech, Agadir o Tánger. La policía las reprimió con dureza y tras el prolongado silencio del Gobierno marroquí, los incidentes violentos han comenzado este martes.

Las autoridades han registrado disturbios en en varias ciudades, entre ellas Agadir, Inezgane y Ait Amira (en el sur del país); Beni Mellal (en el centro); Uchda (al este); y Témara (cerca de la capital). El portavoz del Ministerio del Interior marroquí, Rachid Jalfi, ha señalado que los manifestantes han irrumpido en varias administraciones, agencias bancarias y comercios “donde llevaron a cabo actos de saquero y vandalismo”.

Ante la respuesta policial, Jalfi ha explicado que “algunas de estas manifestaciones experimentaron una peligrosa escalada que atentó contra la seguridad y el orden públicos, al convertirse en concentraciones violentas en las que un grupo de personas utilizó armas blancas, cócteles molotov y piedras” y ha asegurado que la intervención de las fuerzas de seguridad “se llevó a cabo en el marco del pleno respeto de las normas legales y profesionales que rigen su actuación”.

Jalfi ha indicado que al menos 263 policías y 23 civiles han resultado heridos y que uno de los civiles heridos ha necesitado seguimiento médico posterior en la ciudad de Uchda (al este del país, muy cerca de la frontera con Argelia). El portavoz también ha indicado que cerca de 409 personas han sido detenidas por su supuesta implicación en los actos violentos y que 142 vehículos de las fuerzas de seguridad y 20 coches particulares han sido destrozados e incendiados

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