El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a un hombre de 30 años, José S.A., como supuesto autor del disparo que el pasado martes hirió a un niño de 11 años mientras jugaba cerca de su casa, en el distrito madrileño de San Blas-Canillejas, que realizó porque “no le dejaba dormir”.
Al detenido, que ha pasado ya a disposición judicial, se le han intervenido cuatro carabinas, ocho armas blancas y 65 cartuchos de diferentes calibres durante un registro a su vivienda y se le acusa de un delito de lesiones graves.
Este hombre, de acuerdo con la investigación, participó además en un robo con violencia e intimidación que tuvo lugar el pasado 15 de julio, cuando un operario municipal denunció el robo de una máquina sopladora de hojas por parte de un individuo que le dijo que hacía mucho ruido y necesitaba descansar.
El suceso ocurrió el pasado martes, sobre las 20.30 horas, en la calle de la Virgen de la Oliva, cuando el menor jugaba al fútbol con un amigo y de repente sintió un impacto en el pecho y cayó al suelo. El menor tuvo que ser ingresado de urgencia, debido a que el proyectil se alojó en la arteria aorta y peligraba su vida.Los efectivos de emergencias desplazados a la zona constataron que había sido alcanzado por un proyectil y que su vida corría peligro, por lo que fue trasladado al hospital Ramón y Cajal.
Tras las pesquisas, los policías sospecharon de José S.A., un hombre de 30 años y vecino del bloque de viviendas que había sido tirador del ejército y en anteriores ocasiones había increpado y amenazado a los niños que jugaban en la zona porque no le dejaban dormir debido al ruido que hacían. Los investigadores de la comisaría de San Blas-Vilcálvaro, según explica la Policía, averiguaron que media hora antes de la agresión el arrestado había llamado la atención de los menores para que no hicieran ruido porque, según dijo el hombre, tenía mucho sueño.
El niño “se encuentra mejor” y en “reposo”
La madre del niño ha informado de que su hijo “se encuentra mejor” y en “reposo”. En declaraciones a Europa Press Televisión desde el portero automático de su vivienda, pues no quería atender a más medios de comunicación para el descanso de su hijo, la madre ha afirmado que “ha sido horrible” lo que han vivido y ha aseverado que lo que necesita ahora su hijo es “reposo” para recuperarse de la herida que aún tiene en el pecho.
Por su parte, los vecinos del barrio de San Blas en el que el niño recibió el disparo no salían todavía de su asombro ni daban “crédito” a lo que había ocurrido. “El niño estaba jugando aquí como siempre. Esto está lleno de niños pequeños y más en verano. Le molestaría y tomó esa decisión”, ha relatado un vecino de la zona. Del mismo modo, una señora que reside en el mismo bloque de edificios y ha calificado al autor del disparo como un “desgraciado” ha relatado que el menor acudió a un bar cercano y le contó a la camarera que le dolía el pecho. “Al verlo le dijo que se fuera corriendo a casa y ya se lo llevaron al hospital”, ha rememorado.
Asimismo, otro vecino del barrio ha subrayado que cuando su hija les contó el suceso, “que habían pegado un tiro a un niño”, no se lo creían y pensaron que era “una locura” ya que el barrio es “tranquilo” y nunca habían vivido algo similar. “Es una barbaridad absoluta. Eso sólo pasa en Estados Unidos”, ha zanjado. EFE