La decisión, aprobada por decreto tras el Consejo de Gobierno semanal, se anuncia cinco días antes de que expire el actual estado de emergencia, el próximo martes.
Este decreto habilita a los walis (gobernadores) y prefectos de las diferentes provincias del país a tomar las medidas necesarias para proteger el orden sanitario, como el cierre de ciudades o barrios o restringir las horas de circulación o de apertura de comercios.
Marruecos ha sumado un total de 235.310 casos de coronavirus, de los cuales 193.886 se recuperaron y 3.982 fallecieron.
El país registró ayer dos nuevos récords al alcanzar 5.745 contagios en 24 horas y 82 muertos, con Casablanca-Settat como la región que acapara casi la mitad de los casos registrados.
El presidente del Gobierno, Saadedín Otmani, reconoció en una comparecencia el pasado martes ante la Cámara de Consejeros (alta) que la situación epidemiológica de Marruecos es “inquietante”, pero matizó que aún “no está fuera de control”.
Otmani señaló un reconfinamiento general del país “sigue siendo una opción si la situación epidemiológica se convierte en incontrolable”.
Al mismo tiempo llamó a los ciudadanos a tomar más precauciones y respetar las medidas sanitarias individuales y colectivas contra el virus, así como tener cuidado con los rumores y bulos publicados en las redes sobre la gestión de la pandemia.