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El Gobierno de Gibraltar insistió en su denuncia de largas colas por los controles policiales en la frontera, a las que atribuye una “finalidad política”, y afirma que no han menguado desde la visita de los inspectores de la Comisión Europea, el 25 de setiembre.
En un comunicado, el Ejecutivo que dirige Fabian Picardo aporta estadísticas de los días en que se han producido las colas y la duración de las mismas por los “controles exhaustivos” de las autoridades españolas.
Así, detallan cómo en septiembre hubo diecinueve días en los que las colas llegaron a superar las dos horas, mientras que en octubre fueron dieciséis días, al tiempo que en los primeros siete días de noviembre, las colas superaron dos horas en cuatro jornadas.
“Los datos diarios de las demoras creadas demuestran fehacientemente que los controles tienen un claro objetivo político”, afirman desde Gibraltar, poniendo el acento en que los controles “son imprevisibles” y no se están realizando en el horario de máximo tráfico, sino en las horas que más puede afectar a los habitantes de ambos lados de la frontera.
Además, señalan que los controles de las autoridades españolas se efectúan de tal manera que provocan “retrasos innecesarios” para los vehículos que siguen al que está siendo objeto de inspección, ya que “hay espacio suficiente para apartar los vehículos a inspeccionar y así no entorpecer el tráfico fronterizo, en lugar de examinar los vehículos dentro de la misma fila”.
En relación a la pauta que siguen estas “retenciones desproporcionadas”, Gibraltar apunta que entre semana se producen desde las 9.00 hasta las 14.00 horas en la entrada; y entre las 16.00 y las 22.00 horas en la salida.
Además, señalan que los fines de semana “la operación cambia totalmente para entorpecer la salida de los gibraltareños a actividades de ocio en España, de modo que se forman colas de salida durante la mañana del sábado y para volver el domingo por la tarde.
Asimismo los sábados por la mañana se intensifican los controles para entrar a Gibraltar, lo que dificulta el tráfico turístico”.
El Ejecutivo del Peñón continúa denunciando en el comunicado que “las retenciones se han extendido al tráfico peatonal, tanto a la entrada como a la salida”, lo que provoca que “se formen colas e incomprensibles situaciones de hacinamiento”, dado que los accesos peatonales sólo permiten el paso de una persona a la vez.
Según Gibraltar, estos controles “han causado efectos muy negativos sobre la economía del Campo de Gibraltar, así como sobre la convivencia entre los dos pueblos”, aportando la estimación de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea de un descenso de los ingresos del comercio y la restauración del municipio gaditano vecino en un 50%.
Recientemente, España y el Reino Unido han pactado una declaración conjunta sobre Gibraltar, que han elevado a la Asamblea General de la ONU, y que supone un “primer paso hacia el restablecimiento de la normalidad que se rompió en 2004”, según anunció el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
