El Real Madrid se proclama Campeón de Liga en la Catedral del fútbol

 

TCAM-NACIONAL/DAVID SAN JOSÉ

Quizá no ha sido todo lo celebrado que se hubiese merecido, más aun, si se tiene en cuenta que en la competición está el mejor Barcelona de la historia, pero parece que todavía persistía el sabor amargo de la eliminación de Champions. Si a esto le unimos que el Madrid ya salió virtualmente campeón del Camp Nou, también le quitamos el factor sorpresa. Son detalles que pueden influir en la alegría del aficionado blanco en un día grandísimo para el madridismo.

La victoria del equipo blaugrana frente al Málaga obligaba a los de Mourinho a ganar su encuentro si querían cantar el alirón, y no lo dudaron ni un instante… salieron a por el partido desde el primer minuto, comiéndose a los leones que, por cierto, a penas salieron con cinco titulares.

Fruto de la intensidad del Madrid, en el minuto 11, Javi Martínez cometió un clarísimo penalti por mano. El encargado, como siempre, Cristiano. Y parece que al portugués todavía le retumba en su cabeza la pena máxima fallada en la tanda de penaltis frente al Bayern, porque volvió a fallar. Después de una racha inmaculada desde los 11 metros, ahora falla dos seguidos. Esta vez lo tiró al medio, flojito, sin ninguna dificultad para Iraizoz.

El luso se vino abajo moralmente, pero el Madrid seguía a lo suyo, embotellando al Athletic en su área. Así llegaría el primer gol del encuentro. Özil, exquisito, maravilloso, único, encontraba a Higuaín de primeras en la frontal del área y éste reivindicó su sitio con un golazo. Recorte para zafarse de Aurtenetxe y zapatazo por la escuadra, imparable para Gorka. Ha jugado la gran mayoría de partidos de suplente, pero ha hecho 22 goles hasta el momento. Efectividad pura, garra extrema y gol, sobretodo gol. El Madrid se va a equivocar mucho si suelta a este jugador que lleva el fútbol en sus venas.

No pasaban ni 4 minutos desde el zarpazo de Higuaín cuando el conjunto blanco volvía a aprovechar los grandes espacios dejados por el Athletic atrás. Contra de libro, balón para Cristiano en banda diestra y éste pone un espectacular pase raso con rosca, entre los defensas y el portero para que Özil bata a Gorka con una clase infinita.

Tercer gol y K.O.

Se intercambiaban los papeles, en esta ocasión era CR el que ponía el gol en bandeja al germano-turco. Pese a todo, Ronaldo no estaba contento. Todavía le daba vueltas al penalti fallado y seguro que también a la bota de oro. Messi había hecho un hat-trick contra el Málaga y Cristiano debía marcar si quería seguir en la lucha por el Pichichi. Y es que es complicado que el astro de Madeira falle a su cita con el gol. Así, comenzada la segunda mitad, remataba a gol con la testa un córner botado por Özil. 46 de Messi por 44 del portugués, ese es el dato goleador por el momento.

A partir de ahí, el partido se acabó. El Madrid no quiso hacer más sangre y se conformó, mientras que el Athletic apenas inquietó la meta de Casillas.

¡¡¡Alirón!!!… cuatro años después, el Madrid lo vuelve a cantar. Los demás no deben poner excusas, porque no las hay. Ha ganado el mejor, el más regular, el que menos ha fallado. 38 partidos son demasiados como para que haya otros condicionamientos que no sean el propio esfuerzo del vencedor. Es justo porque su pegada es demoledora, porque tiene a la mejor tripleta atacante de Europa y porque sus contras son bestiales. Hay muchas formas de jugar al fútbol y, desde luego que el juego del Barcelona es precioso, ¿pero a quién no le gusta ver una contra de libro, culminada en pocos segundos?. El fútbol que el Madrid ha mostrado a lo largo de la temporada se podría definir con una sola palabra: LETAL.

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