Lo que se llama asustar no asustan a nadie ni ninguno en función de que del dicho al hecho de las citadas bravatas y amenazas va un largo trecho que tiene en medio una muralla que es la Unión Europea que no va permitir que se cruce la raya roja, que por otra parte ni el Reino Unido ni España están dispuestas a cruzar, por mucho que al gobierno de la Roca y a su ministro principal, Fabian Picardo le interese enturbiar y alborotar las aguas que es donde mejor se desenvuelve.
Conflicto que sigue creciendo y el último titular sobre el mismo es el de que “Madrid responde de forma “firme y severa” a las quejas de Londres” , mientras “Reino Unido presenta una protesta formal por las “inaceptables” colas que se registran a la salida de Gibraltar”.Y por si fuera poco, una asociación granadina : “ Presentan una querella criminal contra Fabián Picardo por delito ecológico”.Lo que si está consiguiendo este conflicto que comenzó en plan doméstico e internacionalizado y que lleva camino de desembocar e la ONU tras pasar por la UE, lo que si está generando repetimos, son los llamados daños colaterales.
Una definición al uso, que es relativamente nueva. Daño colateral es un término utilizado por diversas fuerzas armadas para referirse al daño no intencional o accidental producto de una operación militar. El término comenzó siendo un eufemismo acuñado por el ejército de los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam, y puede referirse a fuego amigo o destrucción de civiles y sus propiedades. Conflicto que está generando insistimos cantidad y hasta calidad de daños colaterales a un lado y otro de la verja, que han trascendido más allá de los que trabajan en la Roca, visitan el Peñón o quieren salir de Gibraltar como le está ocurriendo a la multinacional española Dragados S.A. Ocurre que la actual crisis diplomática entre España y Reino Unido por el problema de Gibraltar puede afectar, y mucho, a una concreta empresa española: Dragados.
El Gobierno de la colonia adjudicó a la constructora las obras de ampliación del aeropuerto del Peñón, cuyo tráfico quiere limitar el Gobierno de Rajoy a través de nuevas restricciones al espacio aéreo. Si ese movimiento, avisado por García-Margallo, se llega a producir, Gibraltar detendría de inmediato el proyecto dirigido a aumentar las instalaciones de la terminal del aeropuerto, y Dragados S.A. perdería uno de los grandes encargos que ha obtenido en los últimos años. Y así las cosas, el conflicto se encabrono y toma un rumbo peligrosos y en función del cual, los dañosa colaterales pueden pasar a ser daños directos, ya que los pescadores se lo van a poner muy difícil a Picardo y al Reino Unido y no digamos a España si como amenazan se plantan el domingo donde están los bloques.
Pescadores que señalan que “no se trata de un simple anuncio”, ya que aunque a partir del próximo mes de septiembre recibirán las ayudas económicas anunciadas por el Gobierno de la Nación, lo que pretenden, como han dicho siempre, es “faenar sin problemas”. Lo que por justo que sea que lo es, me parece que es mucho pedir a los políticos de turno.