El PA asegura que ni PP ni PSOE tienen autoridad moral para criticar la corrupción

 

La andalucista critica la mala memoria de Javier Arenas por criticar el consumo de cocaína con dinero público en Andalucía y haber guardado “silencio cómplice” cuando  Rodrigo de Santos, concejal del Partido Popular (PP) de Palma de Mallorca, fue condenado por gastar dinero de los mallorquines en “cocaína y servicios sexuales” entre 2006 y 2007.

Según la líder andalucista, ni PP ni PSOE tienen “autoridad moral” para criticar la corrupción, ya que condenan la corrupción “dependiendo de quién”. Javier Arenas, “condena la corrupción del Caso de los EREs o Mercasevilla, no la red clientelar de la Gürtel o Palma Arena; José Antonio Griñán, por su parte, sólo critica los casos de corrupción del PP y no los que afectan al PSOE”.

Pilar González, considera que “PP y PSOE tiene en su historial más de un gramo de cocaína por lo que no tienen ninguna credibilidad en la lucha contra la corrupción porque “la persiguen a la carta, dependiendo de la afiliación política del autor”. En cambio, “los andalucistas muestran “tolerancia cero con la corrupción, independientemente del corrupto y nuestras listas electorales están limpias de cualquier sospecha”, asegura la candidata andalucista a la Junta de Andalucía.

“A Javier Arenas no le interesa acabar con la corrupción en la Junta de Andalucía sino utilizarla para tapar los casos de robo de dinero público en comunidades gobernadas por el PP y minimizar el impacto mediático de los recortes sociales y la subida de impuestos de Mariano Rajoy”, advierte Pilar González.

Para la líder andalucista, “al PSOE-A le ha llegado su hora. Por haber creído que las instituciones públicas eran su cortijo privado, por haber gobernado sin sensibilidad, sin coherencia, siendo insensibles a las capas más desfavorecidas de Andalucía y diseñar una red clientelar corrupta e indecente que ha dañado la imagen del pueblo andaluz y de las instituciones democráticas”.   

Por todos estos motivos, “Andalucía no necesita de un simple recambio en la maquinaria bipartidista, sino de  un cambio real de maneras de ejercer la política y de modelo económico que estén basados en la ejemplaridad de sus gobernantes”, asevera González, para quien “ni PP ni PSOE son de fiar”

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