IAM/Redacción Para la firma del acuerdo queda la ratificación, por parte de la asamblea de estibadores de Barcelona, y el visto bueno, por parte del equipo jurídico de la Asociación de Empresas Estibadoras Portuarias del Puerto de Barcelona, de un texto ya aprobado tanto por los representantes de los empresarios como por los de los trabajadores Foto Puerto Barcelona
Barcelona se convirtió ayer en el primer puerto del país en aprobar un convenio tras la convalidación en el Congreso del RDL sobre la estiba portuaria, en mayo del año pasado. Este acuerdo sigue las directrices consensuadas a nivel nacional por la patronal, Anesco, y los trabajadores, representados en su gran mayoría por la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios, tras un largo proceso de negociación que culminó el 29 de junio de 2017.
Para la firma de este convenio solo queda la ratificación por parte de la asamblea de estibadores del enclave y el visto bueno del equipo jurídico de la Asociación de Empresas Estibadoras Portuarias del Puerto de Barcelona.La cuestión fundamental que recogía el acuerdo de junio era la subrogación de todos los trabajadores por parte de las empresas estibadoras, junto con otras medidas de fomento de la productividad en los muelles.El convenio del puerto catalán, además, se adapta a lo que expone la nueva ley con respecto a las operativas con coches; pasan a ser tratadas como manipulación de mercancía y no como servicios comerciales, e incorpora el Grupo 0 (grupo profesional por el que se accede al trabajo de estiba, está en formación continua y se encarga de las tareas de menor especialización y de las labores complementarias) a la plantilla de estibadores.
El conjunto de las empresas estibadoras del puerto de Barcelona ha manifestado su intención de comenzar de inmediato los trámites necesarios de transformación de la actual Sagep a Centros Portuarios de Empleo, fundamental para adaptar la realidad a las exigencias del RDL 8/2017 y lograr un marco normativo consensuado, por puertos y nacional, el V Acuerdo Marco, imprescindible para lograr la estabilidad y recuperar la credibilidad internacional en los muelles españoles. Estas dos condiciones son indispensables para la captación de tráficos y el crecimiento del sector, estratégico y uno de los más productivos de la economía del país, especialmente después de un año convulso como fue 2017.