Cuando David Beckham envío a las nubes su penalti frente a Portugal en los cuartos de final de la Eurocopa de 2004, celebrada precisamente en tierras lusas, Pablo Carral, un aficionado gallego que estaba presenciando el encuentro nunca se imaginó que aquel Roteiro que acabaría en sus manos y de paso con las aspiraciones de los ingleses en aquel torneo, acabará costando tras diez días de pujas, 28.050, cuando el precio de venta de ese balón era de unos 90. Diferentes informaciones en los medios se hicieron eco en su momento de esta noticia porque se hablaba de que las pujas por el balón estaban más allá de los 10 millones de Euros.
Carral sacó el balón a subasta desde un Euro y en poco más de tres días las pujas se dispararon, algo que parecía muy raro con pujas falsas así que el aficionado limitó el acceso a las pujas que acabaron finalmente en la antes mencionada cantidad digamos normal a manos de un canadiense. El caso es que a pesar de todo no cabe duda en de que esa pelota es una de las más caras por las que se ha pagado y que estará a buen recaudo.
Otro de los balones más caros del mundo es uno con el que no se podría jugar un partido, pero que ayudó y de qué manera a una conocida fundación infantil para recaudar fondos, se trata del Balón de Oro conquistado por Cristiano Ronaldo de 2013, eso sí una réplica, por la cual el ciudadano más rico de Israel, Idas Ofer, pagó nada más y nada menos que 600.000, no está nada mal. El trofeo en cuestión es el segundo que ganó el portugués en una de las votaciones más ajustadas que se recuerden junto a Messi y Ribery. El Señor Ofer tiene una joya para toda la vida.
Pero cuando analizamos a nuestro siguiente protagonista, comprobarán que estas cantidades suenan a muy poco si analizamos el precio de nuestro siguiente balón. Tampoco crean que el balón les servirá para marcar muchos goles y emular a los cracks mundiales. Ya que no estamos hablando de un artículo deportivo tampoco, sino más bien de una auténtica joya con forma de balón de fútbol. La responsable de este auténtico tesoro es la prestigiosa firma de joyería, Shimansky, fundada en Sudáfrica en 1991.
Aprovechando la llegada del Mundial al país en 2010 y sabiendo que era la primera vez que el más grande evento futbolístico de selecciones se iba a disputar en el continente africano, la firma de joyas no podía quedarse atrás en un evento tan especial y creo el balón que se puede decir es el más caro del planeta valorando en 20 millones de Rands, o lo que es lo mismo 1.89 millones de Euros Y también de paso atraer a turistas con dinero interesados en diamantes sudafricanos.
Solo para crear el diseño se necesitaron tres meses y el resultado fue un balón con paneles hexagonales de diamantes blancos y negros, más de 6.600 blancos y 2.600 negros, o lo que es lo mismo un total de 3,500 quilates y un peso de 2kg. Pero la cosa no quedó allí, también crearon un anillo de diamante conmemorativo del Mundial de 9 quilates con un valor aproximado de 12,500 y unos gemelos de plata.
Shimansky después elaboró varias réplicas del balón pero sustituyendo los diamantes por cristales y se pudieron ver en distintos eventos benéficos o en algunas tiendas de la marca algo que por otro lado también es de agradecer cuando el dinero se destina a este tipo de causas. Se dice que Karim Benzema fue uno de los que se gastó un cuarto de millón de Euros en hacerse con una de esas réplicas.
Pues bien ya hemos repasado algunos de los balones más caros que se han vendido alrededor del mundo y los precios que se pueden llegar a pagar cuando en realidad la magia del fútbol se crea con un balón de verdad. Pero la realidad es que esto se seguirá dando porque los coleccionistas cada vez son más selectivos y se pagan auténticas locuras por los objetos más insospechados, no es de extrañar que pronto aparezca otro Balón de Oro.