Anclado en el corazón cultural de la ciudad desde hace un cuarto de siglo, el Café Teatro volvió a demostrar anoche que la palabra compartida es capaz de llenar de vida un espacio y de emocionar a un público fiel. El esperado Recital Colectivo, celebrado el 18 de septiembre, reunió a un amplio abanico de voces que, entre clásicos, nuevas hornadas y presencias “celestiales”, rindieron tributo a la literatura y a la memoria colectiva.
Sobre el escenario se sucedieron nombres imprescindibles como José Luis Tobalina, Julia Guerra y Paqui Galán, junto a Adriano Franconetti, Carmen Sánchez, Juan Emilio Ríos, Rosario y Silvia Pérez Villanueva, Stewart Mundini, entre otros muchos. La “segunda hornada” aportó frescura con Carmen Miranfú, Luz Mota, Mar Marchante, María de Grandi o Rosario Troncoso, además de intervenciones en vídeo y audio de Antonio Martínez, Gonzalo Escarpa, Juan José Téllez y Tito Muñoz.
El público, entregado, pudo además participar en el micrófono abierto que cerró la velada, confirmando que el Café Teatro sigue siendo una casa común donde la cultura no solo se contempla: se vive.
La cita quedó inmortalizada por el ojo atento de Tomoyuki Hotta, cuyo reportaje fotográfico vuelve a ser testimonio gráfico de un encuentro irrepetible. Como tantas veces, Hotta estuvo en el lugar exacto para apoyar, con su mirada sensible, la apuesta cultural de Tarifa.
El Café Teatro, que este año celebra su 25º aniversario, se confirma así como un pilar de la identidad tarifeña: un refugio de creatividad, un escenario de resistencia y un recordatorio de que la cultura, cuando se comparte, se convierte en legado.