José Antonio Jiménez López Branco y Antonio Manuel Malia Delgado se han unido para debutar en el concurso de agrupaciones del Teatro Falla con su comparsa de Algeciras. No existían referencias de este grupo ni de estos autores en el carnaval gaditano. Su papel en la fase de preliminares era, por lo tanto, un misterio.
Se presentan como apotecarios, una especie de santeros que mezclan hierbas y pociones para sanar las heridas. El grupo cuenta con buenas voces y, en general, transcurre afinado por todas las latitudes del repertorio. Pero les falta potencia y equilibrio en la cuerda de graves.
Nos cuentan los pasodobles como una historia. El primero es confesional. Un acierto el de dar cuenta de su experiencia infantil en Cádiz para presentarse en el Falla. La segunda letra, al amor que por un hijo siente un padre.
Es en los cuplés cuando explican un tipo que no era fácil de exprimir. Son boticarios, pero más viejos y viven en el bosque. El segundo de la tanda, a Pedro Sánchez, que en la segunda mitad de la fase de preliminares ha comparecido con más frecuencia.
Popurrí donde las figuras retóricas con las que se aventuran en lo poético no pasan de la recurrencia. El año que viene será otra cosa porque, es cierto, hay algunos muy buenos mimbres.
