La plantilla de Cepsa en el Campo de Gibraltar podría estar a punto de iniciar un nuevo conflicto laboral, tras casi dos años de infructuosas negociaciones para la renovación del convenio colectivo. La representación sindical, formada por los sindicatos STR, UGT, CCOO y USO, ha advertido sobre la posibilidad de tomar medidas contundentes si la empresa no cambia su postura durante las conversaciones.
Los sindicatos han expresado su descontento con la actitud de la empresa, que consideran inflexible y orientada a imponer un convenio con condiciones laborales inferiores a las actuales. “Cepsa lleva más de tres años batiendo récords históricos de beneficios, por lo que no podemos aceptar una pérdida de derechos, la disminución constante de la plantilla o la falta de conciliación entre la vida laboral y familiar”, afirman los representantes sindicales. Además, señalan como uno de los puntos críticos la falta de garantías en el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores, vinculado al Índice de Precios de Consumo (IPC), y la reducción de beneficios sociales ya adquiridos.
El descontento se extiende no solo en el Campo de Gibraltar, sino también en otros centros de la empresa, como los de Tenerife y Huelva, además de las instalaciones de Cepsa Química. “Tras casi dos años de negociación, hemos llegado a un punto donde no nos queda más salida que la de iniciar un conflicto laboral, si la empresa sigue manteniendo su postura”, advierten los sindicatos.
Desde Cepsa, sin embargo, aseguran que siguen comprometidos con el diálogo y las negociaciones. Fuentes de la compañía han afirmado que “solo a través del diálogo permanente será posible alcanzar un acuerdo en este proceso de negociación colectiva”, minimizando así la posibilidad de una ruptura definitiva en las conversaciones.
Este escenario de tensión amenaza con generar un conflicto que podría tener repercusiones importantes tanto para los trabajadores como para las operaciones de Cepsa en una de las zonas industriales clave del país. Con la presión de los sindicatos en aumento y la falta de avances significativos en la mesa de negociación, el futuro del convenio colectivo y las condiciones laborales de la plantilla de Cepsa se encuentran en una encrucijada.
La respuesta de la empresa y su capacidad para encontrar un punto de equilibrio con los sindicatos será decisiva para evitar una escalada del conflicto que, de producirse, podría afectar no solo a los trabajadores, sino también a la propia actividad de la compañía en el Campo de Gibraltar.
