Tras recordar que las primeras noticias eran contradictorias, añadió ayer en Atenas que espera contar con dicho informe en los próximos días. “Lo analizaré en detalle y, si es necesario, pediré más explicaciones, y tomaré las decisiones oportunas”, aseguró. El embajador británico en Madrid, Giles Paxman, ya ha pedido disculpas y ha prometido investigar lo sucedido.
Mientras, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el instituto armado, denunció ayer el “desamparo institucional” en que se encuentran los agentes que patrullan en las aguas que rodean Gibraltar ante la presión que está ejerciendo la Royal Navy y que entienden como “una amenaza”. Un portavoz de esa asociación declaró que “no hay instrucciones” precisas ni un protocolo sobre cómo actuar ni se sienten “con el suficiente respaldo”. Dicho portavoz reclamó que el Gobierno explique a los agentes “qué tienen que hacer. Porque cada día la tensión aumenta, y seguimos igual”. Además, relató que es habitual que las patrulleras británicas se acerquen a las embarcaciones de la Guardia Civil y les insten a abandonar la zona llegando incluso a realizar “maniobras