En primer lugar, explicó Pelayo, “podemos tener una ligera idea de cuáles van a ser las circunstancias que van a regir toda vez que entre en vigor la “Fase 1” si nos fijamos en cómo se está afrontado ésta en los lugares en los que ya está implantada como son algunas islas del territorio nacional, pero no podemos saber con exactitud si el Gobierno Central va a aportar cambios o en qué condiciones va a producirse esa fase”. Aún así, sí estamos en disposición de asumir que el tanto el número de puestos como el aforo de público va a verse reducido de manera considerable. Precisamente, aseguró el delegado, desde el Ayuntamiento estamos trabajando en la posibilidad de ampliar el recinto de celebración del mercadillo para que sea el mayor número de comerciantes el que pueda montar sus puestos una vez sea autorizada su instalación”. Somos conscientes de que, probablemente, el decreto que permita la instauración de esa “Fase 1” de la desescalada se publique el día antes de su entrada en vigor, o sea, a dos días vista de la celebración del mercadillo, por eso estamos trabajando contrarreloj en colaboración con los comerciantes para facilitar en la medida de nuestras posibilidades su celebración. Se trata, en definitiva, de hacer una valoración sobre la marcha de la viabilidad de cumplir con la legalidad a la vez de hacer todo lo que esté en manos del propio Ayuntamiento y de los comerciantes para que sea posible. Esta nueva situación, concluye Pelayo, supone un nuevo esfuerzo para el Consistorio, ya que se ven implicadas otras delegaciones municipales como Seguridad Ciudadana o Limpieza, encargadas del control del aforo y de mantener las condiciones higiénicas. |
