El consejero de Hacienda del Gobierno local, Francisco Márquez, defendió la necesidad de hacer frente a la situación de sequía que padece la ciudad, que el verano pasado se vio agravada por la multiplicación de averías en la red de distribución y la paralización entre febrero y junio de uno de los módulos de la planta desaladora.Los portavoces de los dos grupos de la oposición, Mohamed Ali (UDCE) e Inmaculada Ramírez (PSOE), cargaron contra la “nefasta gestión de los recursos hídricos” que, a su juicio, realiza el Gobierno presidido por Juan Vivas (PP), al que ambos volvieron a exigir que depure “responsabilidades políticas” por la decisión de parar la desaladora durante cuatro meses.Márquez replicó a sus peticiones que no será la oposición la que “marque los tiempos” del Ejecutivo y expresó su deseo de que la ampliación de la desalinizadora, actualmente en marcha, termine en un año y pueda garantizar el suministro de agua potable a la población.El Ejecutivo ya destinó un millón de euros en octubre a la contratación de un buque que llevó a Ceuta durante 45 días más de 400.000 metros cúbicos de agua desde el puerto de Algeciras.El Pleno aprobó ayer también la firma de un convenio con la Junta de Andalucía y con el Ministerio de Medio Ambiente para coordinar la lucha contra la sequía, documento en el que se limita a un millón de metros cúbicos el agua que se podría desplazar a la ciudad autónoma desde Guadarranque hasta octubre del año próximo.Márquez aseguró que la Administración General del Estado aún no ha respondido formalmente a la petición del Gobierno ceutí para que contribuya económicamente al pago del alquiler del buque aljibe y la adquisición de agua.
