“Pues hablando se entiende todo, pero la agresividad no sirve para nada”

El COMENTARIO DEL DIA

Isabell Trujillo Perea

“Pues hablando se entiende todo, pero la agresividad no sirve para nada, vamos muy mal, primero que se están perdiendo los valores ,la educación mal vamos”

La agresión en el Punta de Europa desata un debate ciudadano sobre la sanidad pública

El último episodio de violencia en el Hospital Universitario Punta de Europa de Algeciras, donde una celadora y una vigilante de seguridad sufrieron la furia de un paciente, no solo ha reavivado la preocupación por la seguridad del personal sanitario, sino que también ha desatado un intenso debate ciudadano sobre el estado de la sanidad pública.

Mientras los sindicatos insisten en la necesidad de botones del pánico y medidas de protección, en las redes sociales y foros locales las opiniones se multiplican, reflejando tanto el hartazgo por las agresiones al personal como la indignación de los usuarios por las listas de espera y la falta de medios.

Entre la empatía y la frustración

Muchos ciudadanos mostraron su apoyo a los trabajadores sanitarios. “Más vale que esa furia se dirija hacia las administraciones y dejen en paz a los profesionales, que encima de que son pocos tienen que aguantar el salvajismo”, señalaba un vecino. Otros recordaban que los celadores y celadoras “no tienen culpa de que no haya citas, ellos también son víctimas del sistema”.

Sin embargo, la otra cara del debate refleja la desesperación de los pacientes. Algunos denunciaron haber esperado hasta siete horas en Urgencias sin calmantes, o llevar dos años pendientes de consultas especializadas. “Con lo mal que funciona, pocas cosas pasan…”, resumía una usuaria en redes.

Señalando a las administraciones

Buena parte de los comentarios apuntaron directamente a la gestión política y a la falta de recursos. “La sanidad se va al traste, las administraciones se la están cargando para propiciar la privada”, lamentaba otra vecina. También se multiplicaron las peticiones de dimisión de responsables sanitarios, así como llamadas a presentar reclamaciones formales ante la Gerencia.

Incluso hubo quienes reconocieron que la agresividad es injustificable, pero advertían que el colapso sanitario alimenta la desesperación: “Es normal que alguien llegue a estallar después de meses sin cita o de estar horas con dolor en una sala de espera”.

Una crisis de confianza

El episodio del Punta de Europa no ha sido un caso aislado, sino un reflejo de una sanidad pública tensionada por la falta de recursos, el aumento de la demanda y la frustración ciudadana. Lo que en otro tiempo fueron aplausos en la pandemia, hoy se traduce en críticas, reproches y, en ocasiones, violencia.

La pregunta que deja en el aire la comunidad es clara: ¿hasta cuándo podrán resistir pacientes y profesionales sin que se adopten medidas de fondo para reforzar el sistema sanitario?

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