Quien no crea en los milagros puede seguir así con toda la libertad de pensamiento que la sociedad nos deja, o leer ¡Confía!, un libro escrito por Eugenio Camacho (Jerez, 1973), en el que narra pormenorizadamente todo lo que ocurrió en la aciaga tarde del 22 de julio del pasado año, cuando su hija Mercedes, después de una tarde en la playa junto a su familia, comenzó a sentirse mal, con un dolor insoportable de cabeza que hizo –y en esto empezó a ganarle la batalla a una muerte más que probable– que sus padres reaccionaran de forma automática para llevarla al hospital con toda urgencia.
Tan grave fue todo que, al poco de llegar, los médicos dieron a Mercedes por desahuciada, pero la suma de esa rápida intervención de sus padres, la profesionalidad del personal de Urgencias del Hospital de Jerez y los neurocirujanos del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, obraron el milagro. A esto se le une la fe inquebrantable de su familia y, en palabras de Eugenio: “el poder infinito de la oración”. Hoy, Mercedes Camacho se recupera, despacio, paso a paso, 32 semanas después de aquello.
Eugenio, desde estas líneas, además de agradecer la profesionalidad del personal médico que atendió a su hija, reclama mayores recursos del SAS para unidades que tengan que ver con la rehabilitación de personas que sufren accidentes cerebrovasculares. No en vano, más del 70% de los casos de dependencia están relacionados con este problema. De ser así, de tener unos mayores recursos, muchas de estas personas podrían haber retomado con cierta normalidad su vida profesional.
“No es justo –dice Camacho– que muchas personas, independientemente de la edad, no lleguen al tanto por ciento de recuperación al que podrían llegar por falta de recursos”.
El concejal delegado de Fomento Económico y Empleo, Álvaro Márquez, ha asistido en el Real Club Náutico, a la presentación del libro.