La famosa banda pasó dos semanas en un local de grabación propiedad de uno de los guitarristas del grupo de rock ‘Triana’. Hay gente a la que no le gusta Coldplay. Gente a la que le parece que la banda es ‘demasiado comercial’, demasiado ‘cursi’, o que busca demasiado las buenas vibras. Esa gente, sin embargo, no ha evitado el hecho de que la banda, consagrada ya como una de las más importantes de las últimas décadas, haya realizado la gira más rentable de los últimos 40 años – Billboard Boxcore, encargada de medirlo, no tiene datos anteriores-, ganando casi 950 millones de dólares con cerca de 9 millones de entradas vendidas.
El grupo formado por Chris Martin, Jonny Buckland, Guy Berryman y Will Champion pasó también por España, concretamente por la ciudad de Barcelona, donde dio tres conciertos en ese tour mundial de su disco Music of de Spheres. Una serie de espectáculos en el Estadio Olímpico de la ciudad que se convirtió, prácticamente, en un acontecimiento social para el que las localidades se acabaron en cuestión de horas nada más salir a la venta.
Un nuevo trabajo ‘made in Spain’
Más de un año después de su paso por España, Coldplay ha anunciado el lanzamiento de un nuevo disco: Moon Music, un trabajo del que ya han lanzado dos canciones: feelslikeimfallinginlove y WE PRAY, dos temas que anuncian una apuesta continuista respecto a su anterior trabajo: la ambientación de aventura espacial y las melodías pop siguen siendo predominantes.
Canciones que, junto con otras que aún no han sido escuchadas -el álbum saldrá el próximo 4 de octubre-, pudieron ser grabadas en España. Y es que este lunes se ha conocido que Chris Martin y su banda grabaron varias de las canciones de su último proyecto en el estudio en el cabo de Punta Paloma, ubicado en Tarifa (Cádiz), mientras realizaban los últimos conciertos de su gira por Europa.
Ese estudio de grabación profesional, ubicado en el extremo sur del continente europeo, es propiedad de José María Sagrista, guitarrista del mítico grupo de rock Triana. Es este músico y compositor, además de productor musical e ingeniero de sonido, quien ha desvelado la estancia de la banda en un reportaje publicado por el medio Europa Sur.
“No somos un mega estudio de una mega empresa, sino una empresa familiar y un tanto artesanal”, le explica Sagrista a ese periódico. Razón por la que “Que nos haya elegido un grupo de la categoría de Coldplay, que podría haber optado por cualquier otro estudio de España o del mundo, ha supuesto un orgullo tremendo”. No pudo pedirles una foto juntos porque se marcharon unos días antes de lo previsto”, lo que no borra una experiencia inolvidable.
La estancia de la banda en el estudio
Estuvieron dos semanas allí, entre julio y agosto. Un tiempo en el que también tuvieron diferentes compromisos de la gira en diferentes puntos de Europa: Roma, Dusseldorf y Helsinki. “Nosotros les dimos toda la intimidad que necesitaban y prácticamente no les vimos”, asegura Sagrista. “Los dejamos aquí con su ingeniero y les montamos todo el sistema para que estuvieran tranquilos. Ellos trajeron su piano acústico, el que llevan de gira, y nosotros les facilitamos un afinador”.
Esto hizo que tanto él como María de Grandi Rufaza, su ayudante en el estudio, no coincidieran mucho con la famosa banda. “Solo me crucé con Martin dos o tres días”, recuerda el dueño del espacio. “Uno de ellos se acercó para darme las gracias por haberles dejado mi estudio de grabación en un sitio tan maravilloso. Me pareció un tipo muy amable y cercano”. Del cantante también tuvo palabras positivas al comentar que era “un tío súper simpático” y que hablaba “español perfectamente”.
A Sagrista, además, sí le gusta Coldplay: “Yo he trabajado con muchos artistas y hay unos que me gustan más que otros, lógicamente”. El músico también ha apreciado mucho el hecho de que el grupo decidiera venir a su estudio. “No solamente para nosotros como estudio, sino para la zona, para Punta Paloma, es un pelotazo que Coldplay haya pasado aquí unos días”, concluye.
Punta Paloma Estudio se ofrece así como un oasis de tranquilidad, naturaleza y buena acústica que, seguramente, Martin y el resto del grupo habrán disfrutado entre concierto y concierto. Ahora solo falta esperar un mes para escuchar el resto de sus canciones y ver si cómo ese entorno les sirvió para encontrar la inspiración.