Una lucha que fue el punto de mira de miles de trabajadores y trabajadoras a lo largo y ancho del Estado Español por su duración en aquella época (96 días igual que radiadores Roca en Barcelona), enfrentados en aquellos dias a todo un poder fáctico como era Banesto.
Hoy podemos decir que gracias a aquella movilización del conjunto de la plantilla, seguimos estando mejor de lo que la empresa históricamente siempre estuvo dispuesta a ofrecer.
Fuimos a la Huelga por 10 puntos {25.000 pesetas de salario, 150 euros}, que suponían una drástica renuncia a la mayoría de nuestras primeras reivindicaciones, pagando un precio muy alto entre sanciones y despidos, por la intransigencia de un director descendiente y discípulo del golpista Franco, que se caracterizó por los despidos, sanciones, traslados y el mal trato a toda la plantilla incluido los jefes.
Nada nos fue regalado para llegar 45 años después a las prestaciones sociales, laborales y económicas que se tienen actua!mente, y que la plantilla actual tiene que valorar que nada llueve del cielo, que lo conseguido no se mantiene si no se está vigilante y dispuesto a defenderlo.
Aprendimos de aquella Huelga y de otras posteriores en los años 80, 90 y 2.000, para ir consolidando poco a poco nuestra estructura económica, laboral y social, ciertamente la empresa también aprendió, al menos en el trato y el talante en la mesa de negociación, como en el trato con la plantilla, además del cambio del director por otra persona en la mesa de negociación.
Desde estas líneas quisiera agradecer públicamente y nunca me cansaré de hacerlo, a todas las personas que fueron solidarias en aquellos momentos con nuestra justa lucha, apoyándonos moral y económicamente, mención especial a los habitantes de la barriada de Palmones que en los 96 días de Huelga estuvieron con nosotros.
Por último rendir un homenaje póstumo a TODOS/AS los compañeros y amigos que durante estos años nos dejaron, su esfuerzo y sacrificio le es reconocido, estando su recuerdo siempre entre nosotros.