Su función es reducir la concentración de oxígeno que se produce en los gases de escape. De esta manera, el motor puede ajustar la mezcla entre combustible-aire y lograr que la combustión interna sea la correcta.
¿Cuándo hay que cambiar la sonda lambda?
A pesar de ser una de las piezas menos conocidas de un coche, las evidencias de su mal funcionamiento son bastante evidentes una vez que comienza a fallar. Estas fallas son normalmente causadas por el desgaste normal, es decir, la pérdida de propiedades con el paso del tiempo y el uso.
Se recomienda el cambio del concentrador de oxígeno cada 160.000 kilómetros, incluso si no ha presentado fallas. Aun así, sigue siendo posible que la sonda se estropee antes de cumplir esta cuota de kilometraje. En este último caso, hay que estar atentos a los síntomas que se presentan al momento de conducir.
El más común de ellos es un ligero tirón al acelerar al no funcionar correctamente la combustión en el motor. También es posible que se dificulte arrancar el coche o que haya variaciones repentinas en la temperatura del motor.
En este momento, es necesario comprobar si la sonda lambda está causando los defectos en el arranque y la combustión. Para ello, se ejecuta un análisis del coche con una herramienta de diagnóstico electrónico, la cual analiza el estado de todas las piezas del coche. Esto se hace en un taller mecánico, y es mejor llevarlo a revisión con cierta regularidad como una medida de prevención.
Las señales típicas de una sonda lambda defectuosa
Lo primero que hará un coche al detectar que hay una pieza que no está trabajando adecuadamente, será encender la luz del “check engine”, que es el aviso para revisar el motor. Aún así, existe una serie de fallas comunes que pueden servir como señales claras de que es el concentrador está causando que un vehículo no funcione adecuadamente.
Algunas de ellas son las siguientes.
Ruidos en el motor
Cada conductor conoce su coche y esto deriva en que logren identificar con el oído cuando algo no va bien. Cuando la sonda lambda está fallando, se pueden presentar daños en el motor por una mezcla incorrecta entre combustible y oxígeno. Se identifican por algunos sonidos ásperos, o incluso de golpes.
Mal rendimiento de consumo
Si la relación entre el combustible y el oxígeno es incorrecta, el motor pierde eficiencia. Esto se traduce en que pueda consumir más combustible del acostumbrado, que se identifica por una variación en la cantidad de combustible que utiliza el motor.
Esto puede ser una clara señal de que la sonda lambda no está optimizando la fusión de oxígeno con la gasolina.
Disminución de la potencia del motor
Evidentemente, la potencia del motor se verá afectada si no está consumiendo el combustible que realmente necesita. Esto puede deberse a que la sonda no envía la información correcta al computador del vehículo, lo que causa que no se realice el ajuste necesario en la relación combustible/oxígeno.
Como consecuencia, puede haber más oxígeno que combustible, y aquí se deriva la pérdida de potencia, en especial en velocidad de crucero.
En caso de que estas fallas sí resultan ser como consecuencia de un mal funcionamiento de la sonda, se recomienda cambiar inmediatamente la pieza. Se consigue con facilidad en cualquier tienda de recambios, aunque es fácil hacer la búsqueda online en un marketplace como DAPARTO, donde se pueden encontrar ofertas de diferentes vendedores.
¿Qué sondas lambda hay en el coche?
En el coche hay una sola sonda lambda, la cual se encarga de medir la relación de oxígeno-combustible que entra al motor al momento de la combustión y el arranque. No obstante, no hay un solo tipo de sonda disponible en el mercado.
Sonda Lambda de Titanio
Esta sonda está fabricada con óxido de titanio y va insertada en el soporte cerámico calefactado. Es un poco imprecisa porque funciona a través de la resistencia interna. Se centra en evaluar la ausencia de oxígeno en el gas de escape, en lugar de la concentración del mismo. Por lo tanto, la resistencia será inferior a 1000 ohmios si no hay nada de oxígeno en el gas.
Esto resulta en que la resistencia será mucho mayor en el caso contrario, al existir la presencia de oxígeno en el gas. El cambio en la relación de oxígeno-combustible puede ser demasiado brusca para el motor.
Sonda de Zirconio
Es hecha con cerámica de óxido de zirconio y es del tipo de sondas más utilizadas. El electrodo del interior está siempre en constante contacto con el oxígeno del ambiente. además de contar con un segundo electrodo que se encarga de evaluar el oxígeno en los gases de escape.
La función del segundo es detectar si la concentración de oxígeno en el gas de escape es muy baja. En caso de ser así, enviará una señal a la unidad de control para que esta ajuste la relación de oxígeno-combustible, y se genere una combustión adecuada.
