En dicho comunicado, el club linense ha lamentado que la Junta Gestora del Algeciras C.F. haya considerado los hechos como una “agresión”, argumentando que “los propios familiares de dicho recogepelotas se han dirigido tanto a la Real Balompédica Linense como al propio jugador para lamentar el revuelo producido y señalar que sólo fue un lance del juego, sin que en ningún momento haya habido agresión por parte del jugador de la Balona”, lo cual califican como “un ejemplo de coherencia del que deberíamos aprender”.
Del mismo modo, han denunciado la “actitud provocadora, con gestos obscenos incluidos” de los jugadores algeciristas Ñito e Iván Turrillo, hacia la afición de la Real Balompédica Linense, una vez finalizado el partido y cuando el equipo del Algeciras realizaba entrenamientos.
Gestos que aseguran que “no provocaron un altercado de mayores consecuencias por el extraordinario comportamiento de la afición blanquinegra, que supo actuar pacíficamente ante las provocaciones de dichos jugadores y que dicen muy poco a su favor y que dejan en muy mal lugar al escudo y al club que representan”.
