En Algeciras que no nieva nunca (nunca digas, nunca jamás), tiene un puerto en el que la “nieve” aparece de vez en cuando en una cantidad que asusta, sobre todo si se tiene en cuenta que esa “nieve” una vez tratada (cortada y vuelta a cortar), y puesta en la calle hubiera generada además de una montaña de dinero negro, cantidad de tragedias y no hay que ser exagerado si se afirma que con algunas muerte incluidas. Y esta es la cruz de la noticia, que tiene como cara el que en el Puerto de Algeciras la lucha contra el poderoso narcotráfico no cesa y se obtienen resultados. Y en función de ello, la noticia de la semana es que los efectivos de Aduanas de la Agencia Tributaria y de la Guardia Civil se incautaron de 150 kilogramos de heroína, que se encontraba escondida en un contenedor arribado al puerto de Algeciras desde Pakistán. Cantidad de droga no tenía como destino España, sino que se dirigía posteriormente hacia África “posiblemente” y tenía como punto final Estados Unidos. Tal es la magnitud de esta operación contra el tráfico de estupefacientes, que dichas fuentes policiales hablaron de una de las mayores aprehensiones de los últimos años.
El puerto de Algeciras constituye un punto clave en la lucha contra el narcotráfico. De hecho, hace tan sólo seis meses, la Guardia Civil participó en la desarticulación de una red de tráfico de drogas de origen rumano que introducía heroína a través de dicho enclave. En ese operativo ya se incautaron 106 kilos de esta sustancia y 364 de cocaína, procedentes de Ecuador y Turquía con destino a Europa.
Según ha informado la Agencia Tributaria en un comunicado, la actuación ha tenido lugar en el marco de las actuaciones que normalmente realiza la Aduana en Algeciras, tras localizar un contenedor sospechoso, que fue objeto de seguimiento documental hasta su llegada a puerto y posteriormente sometido a un dispositivo de vigilancia. La mercancía declarada era polvo de óxido de hierro, entre la cual estaba camuflada la heroína intervenida. En concreto, se encontraba en el interior de 300 cilindros, de unos 500 gramos de peso cada uno, que contenían la sustancia estupefaciente oculta en las bases o armazón de 24 palés de carga.