Hoy, el texto se debate en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Senado donde previsiblemente será aprobado con una enmienda introducida por el Partido Popular que permitirá volver a generar 3.600 millones de déficit en 2013. Por ello, Greenpeace pide al Gobierno que retire el proyecto de Ley, ya que no ha sido capaz ni de solucionar el motivo por la que se formuló.>>
Según Greenpeace, el paquete legislativo de la reforma del sector eléctrico propuesto por el Gobierno supone un retroceso histórico en cuestiones energéticas. Desmantela definitivamente el sistema de apoyo a las energías renovables, las más eficientes, y perpetúa un modelo energético basado en el uso de fuentes contaminantes y la dependencia energética en el futuro. >> Asimismo, la organización ecologista considera que la reforma responde, además, a la hoja de ruta de las grandes compañías eléctricas, cuyo único interés es acabar con la competencia que les están haciendo las energías renovables. Esta premisa está llevada a tal extremo que en el Real Decreto sobre autoconsumo se establecen sanciones de hasta 60 millones de euros a los consumidores que instalen paneles fotovoltaicos sin pagar el peaje de respaldo, concepto inventado por Iberdrola y recogido en el texto legislativo.>>
“Greenpeace pide al Gobierno que retire inmediatamente el proyecto de ley del sector eléctrico y se siente con todos los agentes implicados para diseñar una nueva estrategia energética” ha declarado Julio Barea, responsable de Energía de Greenpeace. “El objetivo debería ser colocar a España de nuevo en la senda para ser líder mundial en energía limpia y alcanzar lo antes posible la meta de un sistema energético 100% renovable”. >> La reforma energética elaborada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo carece de estrategia ya que se sustenta en una visión a corto plazo. Greenpeace considera que esto aleja a España de cumplir objetivos europeos en renovables, emisiones y eficiencia para las próximas décadas. La reforma se ha planteado al margen de cualquier planificación energética. Para Greenpeace esto hace que España vaya en la dirección opuesta a países como Alemania o Dinamarca que están desarrollando políticas hacia sistemas 100% renovables.>