Los carteles de Feria de Algeciras, que en su conjunto eran de auténtico lujo, tenían en la corrida que cerraba el ciclo un cartel de tronío con el que sueña cualquier aficionado y todos los empresarios de España. Ahí es nada. Reunir en la puerta de cuadrilla a Morante, Manzanares y Talavante. Y que conste que me refiero exclusivamente a los toreros, ya que los toros era otro cantar, pues la ganadería de Gavira, que no es de primera o puntera, no era la más idónea para la categoría de cartel de tal relumbrón, y éramos muchos los que nos temíamos lo peor.
Luego, los augurios negativos se cumplieron, y los de Gavira hicieron que se hiciera realidad lo de “nuestro gozo en un poco”. La corrida de Gavira fue además de la peor presentada de la Feria, resultó un auténtico fiasco. Toros sin casta, sin raza, sosos, sin fuerza, sin humillar, sin romper hacia delante queriendo coger la muleta. Los menos malos, ya que no hubo ni un toro bravo, fueron el tercero y el sexto “que se dejaron”. Y hoy lunes, con lo de arriba ya escrito, se me quitó la resaca al leer en una crónica: “Toros de Gavira, bien presentados, de juego variado, tercero y sexto, muy buenos”. Y por su fueran pocos los piropos a los de Gavira, el profesional de la crítica taurina (el nombre no viene a cuento), se despachaba así con relación a los toros tercero y sexto: “dos animales que derrocharon nobleza, bravura, transmisión y acometividad” , rematando su loa a los de Gavira afirmando que fueron “los dos mejores toros de la feria”. Y si todas estas alabanzas eran pocas añade con relación al sexto: “un gran toro y del que el ganadero debe estar orgulloso”. Está claro que el de la crónica y que escribe estuvimos en dos corridas distintas: Y así le va a la Fiesta de Toros.
MORANTE
El de la Puebla que es un torero que tiene por norma no luchar contra corriente y que se llevó el peor lote, estuvo desconfiado de malas ganas, se los quitó de en medio de mala manera, de muy mala manera, recibiendo con justicia dos de las más fuertes broncas que recuerdo y que tuvieron una tercera edición corregida y aumentada a base de una lluvia de almohadilla cuando abandonaba la plaza. Y es que Morante aunque se trajo el puro de rigor, se dejó la vergüenza torera en el hotel. Matizo que soy de Morante hasta las trancas.
JOSE MARI MANZANARES
Manzanares estuvo en Manzanares y con esto queda todo dicho, excepción hecha de que si no fue el gran Manzanares que está arrollando, fue porque todo lo tuvo que poner él luchando en su primero contra el viento y la marea que suponían un Gavira sin fuerza y sin raza: cortó una oreja y se le pidió con fuerza la segunda. Mientras que su segundo unía a todo lo negativo de los demás, el ser un auténtico ·barrabás” el de Alicante que no se arrugó y se la jugó, demostrando que él si se había traído su gran vergüenza torera a Las Palomas.
ALEJANDRO TALAVANTE
Talavante se llevó el lote menos malo y salió por la Puerta de Feria en base a un torero imaginativo y con sello propio que caló pronto en los tendidos. Cuajó tandas buenas por el derecho, acompañando con la cintura y mostró la clase de muñeca que tiene.
EL PRESIDENTE
El presidente Francisco Mejías acertó en la concesión de trofeos al negarle la concesión del segundo trofeo tanto a Manzanares como a Talavante, ya que no eran faenas de dos orejas para una plaza de segunda categoría que como Las Palomas se quiere que recupere su prestigio. Pero ocurre que por odiosas que sean las comparaciones en ocasiones son obligadas las comparaciones. Y esto va porque dado lo barato que Mejías había puesto la concesión de trofeos. Tanto Manzanares como Talavante fueron perjudicados.
LAS MULILLAS
En cuanto a las mulillas que repitieron su numerito y el retrasar el enganche del toro para su arrastre buscando que arreciara la petición de los trofeos y así presionar al presidente, basta y sobre el decir que los responsables del tiro de mulillas hacen en Las Palomas lo que les da la gana vaya esto por no decir una grosería.
Escrito por ARD