La Guardia Civil detectó mediante los dispositivos de vigilancia y control del Estrecho, una embarcación que, desde aguas marroquíes, ponía rumbo a las costas peninsulares y que, por sus características, parecía estar siendo utilizada para transportar sustancias estupefacientes. La lancha, de tipo Phantom (deportiva), cayó cerca de Ceuta cuando estaba a punto de hundirse, según informaron fuentes del Instituto Armado de España.
Tras el avistamiento se activó a la embarcación del Servicio Marítimo de la Comandancia de Ceuta, que se desplazó rápidamente hasta el lugar, donde acabó detectando la presencia de la narcolancha sospechosa a unas siete millas de distancia del faro de Punta Almina en dirección Noroeste.
Luego de una breve persecución, la embarcación, con matrícula marroquí y provista de seis metros de eslora, comenzó a hundirse por motivos que se desconocen ante la imposibilidad de evitar la actuación policial que se estaba ejerciendo.
Antes de producirse el hundimiento, los agentes desplegados en la zona pudieron proceder a la detención de los ocupantes y a la intervención de los diecisiete fardos de arpillera que se encontraban a bordo.
Una vez trasladados los detenidos a las dependencias del Servicio Marítimo, estos fueron identificados, resultando ser dos ciudadanos de nacionalidad española. A falta del pesaje oficial, se estima que la carga requisada puede contener alrededor de 600 kilogramos de hachís. La sustancia ya ha sido depositada, en su totalidad, en el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno y la embarcación, puesta a disposición judicial.