Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Frontera de Tarifa, han procedido durante el pasado mes de Abril a la detención de 87 personas por diferentes delitos, de ellos 44 lo son por Tráfico de Estupefacientes.Desde hace algún tiempo, en la Frontera Marítima de Tarifa se ha venido notando un flujo de personas que pasaban a Marruecos de los que sospechaba la intención de traficar con hachís.Muchos de ellos eran de nacionalidad portuguesa, otros eran rumanos y algunos españoles, entre los que se daban las circunstancias coincidentes de viajar casi sin dinero, otros con antecedentes y casi todos sin medios lícitos de vida.En consecuencia se iniciaron controles a la vuelta de estas personas, comprobándose que su viaje a Tánger obedecía a dedicarse al tráfico de drogas, la cual trataban de pasar oculta en la cavidad intestinal.Esta práctica delictiva se conoce en el argot como culero, cuando se trata de hombres y vaginero, cuando quien la realiza es una mujer y la cantidad de droga que son capaces de trasportar varía entre medio kilo y un kilo.En el caso de los hombres el procedimiento es tragarse vía oral, entre treinta y cincuenta bellotas de droga, llamadas así por su forma. En el caso de las mujeres el procedimiento es introducir en la vagina una o dos bolas de droga.
En el curso de la operación desarrollada durante el mes de abril, el resultado ha sido la aprehensión de 29,165 kilogramos de Hachís, que el total de los detenidos, portaban en el interior de su organismo.Estos individuos viajan normalmente hasta Tarifa en grupos perfectamente organizados, que son dirigidos por una persona que les financia el viaje a Marruecos y que les acompaña hasta Tánger en donde adquieren la droga y una vez tragada las bellotas regresa con ellos, pero no transporta ningún tipo de droga, pasa la frontera por separado y les espera para recogerlos en el exterior del Puerto de Tarifa y si la operación es exitosa, una vez defecada la droga, les entrega a cada uno de ellos una cantidad que oscila entre los 400 y los 600 Euros.Es curioso señalar, que en los registros personales efectuados, uno de los individuos, que no portaba droga, y que al parecer hacia las labores de ayudante del Jefe de una de estas organizaciones, llevaba 11 teléfonos móviles, los que posteriormente se pudo comprobar que eran propiedad de cada uno de los miembros del grupo y que por medidas de seguridad del organizador, les fueron retirados en Tánger para que no puedan comunicarse con ninguna persona