- La investigación determina que los animales murieron antes de entrar en contacto con los restos de fuel
La Junta ha informado en un comunicado que las pruebas realizadas por los veterinarios de la Consejería de Medio Ambiente, los dos buitres leonados y la tortuga boba murieron antes de quedar impregnados del hidrocarburo.
Detalla que el cadáver de la tortuga ha sido analizado en el Centro de Gestión del Medio Marino de la Consejería de Medio Ambiente en Algeciras. Los veterinarios encargados de practicar dicha prueba han concluido que “la tortuga murió, con toda probabilidad, tras impactar contra la hélice de un barco, como muestran dos cortes profundos en su caparazón. Uno de estos cortes fue los suficientemente grave como para causarle la muerte”. Además, el animal que presentaba un “estado de putrefacción avanzado” y “no tenía restos del vertido en la tráquea”.
Asimismo, la necropsia practicada a los dos buitres leonados –llevada a cabo en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de El Puerto de Santa María– ha determinado que ambos ejemplares presentaban “un grado muy avanzado de descomposición”, por lo que su muerte se produjo “al menos hace cinco días”.
Añade que la “ausencia de material del vertido en la tráquea, esófago y buche” determina que los animales entraron en contacto con la sustancia oleosa una vez que estaban muertos, por lo que no pudieron aspirarla ni tragarla.
“Todo apunta a que los animales cayeron al agua, bien por el temporal de levante o bien porque estaban agotados y desnutridos y que, una vez que se mojaron las alas, no pudieron remontar el vuelo y murieron ahogados”, ha expuesto la Junta.