IAM/EFE
Una organización delictiva dedicada al transporte de grandes cantidades de hachís desde Málaga a Francia ha sido desarticulada en una operación conjunta llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía francesa y que se ha saldado con 28 detenidos, de los que 24 han ingresado ya en prisión.
El grupo, que trataba directamente con los productores de hachís en Marruecos, estaba catalogado como “peligroso”, ya que sus integrantes no dudaban en circular de forma temeraria con sus vehículos para evitar los controles policiales, según ha informado hoy el Ministerio del Interior en un comunicado.
En la actuación han sido detenidas nueve personas en España y diecinueve en Francia, y se han intervenido 1.653 kilogramos de hachís, ocho vehículos, 51.923 euros en metálico, artículos de lujo valorados en 37.360 euros, dos armas, casi una treintena de teléfonos móviles y material informático.
La operación se inició el pasado julio, cuando se interceptaron en la localidad malagueña de Casabermeja dos vehículos que realizaban un transporte de hachís desde Málaga a Melun (Francia) y fueron detenidas cuatro personas, a las que se intervinieron 600 kilos de hachís y tres vehículos.
Al verse descubiertos los presuntos narcotraficantes dieron media vuelta con sus vehículos y circularon en sentido contrario por la autovía durante varios kilómetros.
A raíz de estas primeras detenciones la Guardia Civil comprobó que el mismo grupo delictivo estaba siendo investigado por las autoridades francesas, por lo que se acordó desarrollar una operación conjunta.
La organización trataba directamente con los productores de hachís en Marruecos que les facilitaban la droga en Málaga, desde donde se transportaba en vehículos de gran cilindrada hasta Francia para su posterior venta.
Cuando el hachís estaba en España, los máximos responsables de la red se trasladaban a Málaga para supervisar la recepción de la sustancia, lo que permitió detenerlos en España y, posteriormente, fueron arrestados los otros miembros del grupo en Francia.
Durante las distintas fases de explotación de la operación se han practicado registros domiciliarios en las localidades de Benalmádena y Mijas (Málaga), así como en Algeciras, en las que estaban asentados parte de los integrantes de la organización delictiva investigada.