El ajuste de cuentas parece ser la móvil que acabó con la vida del libanés A. M. R., que recibió un disparo en la barriada de San García.
El detenido es marroquí y residente en Ceuta. Afirma que no vio nada, pese a que estuvo muy cerca de lo acontecido y si testimonio se antoja fundamental para aclarar el asesinato. Parece descartado de cualquier modo que participara en el suceso. No obstante tiene causas pendientes con la justicia y ha pasado a disposición judicial.
Radio Algeciras informó ayer que al fallecido le constaban antecedentes policiales porque ya fue detenido con anterioridad por depósito de armas.
Durante toda la jornada de ayer siguieron declarando los testigos que pudieron presenciar el incidente. Los funcionarios encargados del caso siguen recopilando datos y detalles.
Algunos vecinos testigos de excepción afirmaron tras el tiroteo que llegaron a cruzarse con los supuestos autores. Especificaron que marchaban en dos coches de alta gama, incluso llegaron a concretar que uno era de la marca BMW y que era plateado y el otro un Volkswagen Passat. Lo pudieron hacer porque los delincuentes tras ejecutar al libanés salieron a toda prisa del callejón y golpearon a varios vehículos que estaban estacionados.
Otros residentes precisaron que días anteriores se habían percatado de que un vehículo estaba apostado de manera permanente como controlando los movimientos que había en el pasaje y en la calle en general.
Según las fuentes policiales, en estas declaraciones hay numerosas contradicciones que están dificultando el trabajo de investigación del CNP.
Otro aspecto que da aún mayor gravedad al asunto es el hecho de que el crimen ocurrió justo enfrente de una guardería. Afortunadamente, el tiroteo ocurrió hacia las 16.00 horas, en un momento en que no había trasiego de personas entrando y saliendo.