Fuentes del Instituto Armado han confirmado a Europa Press que el ingreso en prisión provisional se produjo “una vez acabaron las diligencias policiales” desde que se inició la operación y que el Ministerio Fiscal solicita para el detenido la pena de ocho años de cárcel por distintos delitos, entre ellos detención ilegal y malos tratos. La detención se produjo cuando los agentes estaban inspeccionando vehículos en la explanada de espera para realizar el embarque hacia Tánger, observaron una aglomeración de personas alrededor de un vehículo, acercándose al lugar para ver qué ocurría. Cuando llegaron, vieron un hombre que arrastraba a una mujer que estaba engrilletada y tenía los tobillos atados con cinta de embalar, deteniendo al hombre inmediatamente y auxiliando a la mujer. Una vez liberada, la mujer manifestó a los agentes que llevaba en el maletero más de 24 de horas, desde que su exmarido la había maniatado en Lyon (Francia) y metido en el maletero del vehículo con la intención de llevarla a Marruecos. Según relató, durante el trayecto sólo le dio de beber y de comer una vez, manteniéndola en condiciones “infrahumanas”. La mujer cuando estaba en la explanada de espera hacia el embarque de Tánger comenzó a gritar, sacándola el ahora detenido del vehículo a rastras, momento en que intervinieron los agentes. La víctima había presentado denuncias por violencia de género en Lyon, aunque no constaba ninguna orden de protección. La mujer, una vez comprobado por los servicios sanitarios que se encontraba en buen estado de salud, fue trasladada a una casa de acogida dependiente del Instituto Nacional de la Mujer, quien a su vez está realizando los trámites necesarios para que pueda regresar a su ciudad natal (Lyon)