El motivo, la prohibición por parte del Ayuntamiento de encender los cirios y demás velas que pudieran adornar los pasos. La alcaldesa, Teófila Martínez, defendió su decisión, el mismo día que la hizo pública, argumentando que el coste que supondría limpiar los restos de cera de las calles era un gasto económico que las arcas públicas no podían hacer frente.
Sus palabras no han convencido a los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud en Cádiz, organizadores a su vez del vía crucis, quienes convocaron, a las 19:30 horas de hoy, una reunión con las cofradías participantes en la iniciativa, para decidir si llevarla finalmente a cabo, de continuar la negativa por parte del gobierno local.