El fin es convertir la información libre en un simple altavoz de sus mensajes de dudoso interés para la ciudadanía. Y denunciaba que hay desánimo y hasta miedo en las redacciones, como consecuencia de la crisis. Los editores se concentran en los despidos, mientras se pierde el modelo periodístico, los principios deontológicos y el rigor en los contenidos, afectando a la pluralidad, la independencia, la objetividad y la veracidad.
La Asociación de Periodistas del Campo de Gibraltar (APCG) trasladaba a la FAPE y que expresaba el malestar por la situación que se vive en el periodismo del Campo de Gibraltar y en otras zonas de fuera de nuestra Comarca, donde los despidos están a la orden del día y no digamos las presiones y manipulaciones de la veracidad y objetividad informativa. FAPE que rechaza cualquier tipo de manipulación informativa, venga de donde venga,la ordene quien la ordene, la cometa quien la cometa y tenga la finalidad que tenga, por ser un atentado contra los principios éticos, deontológicos y una reprobable estafa a la ciudadanía. Y en función de esto, la FAPE denuncia las informaciones enlatadas y las ruedas de prensa sin preguntas de políticos y gobernantes, recordando que son los periodistas quienes deciden que es noticia. FAPE que ya embalada, mira hasta hacia la Carta Magna, y vuelve a denunciar la obligada difusión de programas electorales, que reducen el derecho constitucional de los ciudadanos a una información veraz. La Incómoda es la siguiente: ¿Exageran, se quedan cortos y sobre todo conseguirán algo con sus denuncias?