Greenpeace considera que Andalucía incumple el protocolo de Kioto al tener gran número de centrales térmicas de carbón en su territorio. Según los conservacionistas la comunidad Andaluza ya ha incrementado sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 85 % sobre los niveles de 1980, mientras que el protocolo contemplaba un aumento del 15 % para toda España entre los años 2008 2012. Ante esta situación Greenpeace exige alternativas a este desarrollo energético basado en los combustibles fósiles como el carbón. Las energías renovables son más caras pero rentables ya que contribuye a la creación de puestos de trabajo.