El proyecto que está realizando la delegación municipal de Vías y Obras para reforzar el firme de calles de zonas muy dispares de la ciudad se encuentra en torno a un 70 por ciento de su ejecución. Días atrás concluyeron los trabajos en las calles Albacora, Caballa y Corbeta, de San García, que han supuesto el aglomerado de unos 3.500 metros cuadrados de superficie, con una inversión de 28.500 euros. Esta obra se extendió a la zona cercana de Punta Rodeo, donde se aglomeró otra superficie de 1.800 metros cuadrados entre las calles Rosa de los Vientos y otro tramo de Albacora.
Esta semana se han trasladado los trabajos a las calles Cid Campeador, en La Bajadilla, y al tramo final de Aguamarina, lo que supone el arreglo del firme de unos dos mil metros cuadrados de calzada, por un importe de 16.300 euros. A partir de ahí se parará durante la Semana Santa, ya que los próximos viarios en los que está prevista la actuación se encuentran situados en la zona centro y se intenta evitar molestias en días en los que hay una afluencia mucho mayor de ciudadanos en las calles.
Las obras que engloban este proyecto responden a una filosofía de prevención y de anticipación a los problemas. Según ha explicado el teniente de alcalde delegado de Vías y Obras, Gabriel Orihuela, las calles envejecen, se cuartean y agrietan, y se introduce agua, lo que socava la base y produce baches más dañinos para vehículos y peatones y más costosos de solucionar. De ahí que se actúe antes de que se llegue a esta situación, con el objetivo de que permanezcan al menos diez años sin problema alguno.
Los proyectos se elaboran en función de las necesidades que se detectan desde la propia delegación de Vías y Obras, pero también se tiene en cuenta la opinión ciudadana, y sobre todo las obras que los vecinos han solicitado ha través de los presupuestos participativos, como ha ocurrido en el caso de las calles arregladas en San García.
Otro criterio que se impone en algunos proyectos es el de las previsiones urbanísticas y de planeamiento a corto plazo, como ha ocurrido en el tramo final de la avenida Aguamarina, donde se ha aglomerado y reforzado la calzada como complemento a las previsiones de obras que hay con la supresión del paso a nivel de la Cañada de los Tomates que realiza Fomento, que se sustituye por un paso inferior.
Dicha supresión traerá consigo una remodelación del tráfico y la construcción de dos rotondas, antes y después del paso inferior, enlazando una de ellas con la prolongación de Aguamarina, que deberá soportar un tráfico aún mayor.
