La barriada de San Isidro fue testigo ayer un año más de la pasión que desata el Martes Santo por sus adoquinadas calles. Miles de personas acompañaron al Cristo y la Virgen, rompieron a aplaudir, recibió piropos, saetas, pasión, en definitiva de calor de un barrio en particular y una ciudad en general que demuestra que el Martes es un día grande en la Semana Santa de Algeciras.
Los deseos de los 800 hermanos del Medinaceli se cumplieron y el cielo permitió procesionar la talla de Carlos Bravo Mortales. La emoción recorría la hilera humana de fieles que acompañaron al cautivo durante todo el recorrido.
La salida primera levantá fue sin duda uno de los momentos álgidos, el paso fue sacado de rodillas por los costaleros y los ciudadanos agradecieron con aplausos el esfuerzo y capacidad del conjunto de hombres que portaban la imagen maniatada. Hubo personas que estuvieron más de dos horas antes para ver ese momento.
El sonido de pasión lo puso la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Algaba, Sevilla
Cinco minutos antes de que dieran las nueve, salía a pulso, poco a poco y midiendo al máximo, el paso de Palio que portaba a la Virgen de María Santísima de la Esperanza, imagen también obra del mismo escultor, La esperanza portaba un manto verde bordado.
El Señor de Algeciras paseó un año más por las calles de su ciudad y ésta agradecida lo esperó a miles, lloró, vibró y acompañó.