El 30 de marzo de 2022, en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia del Gobierno de la Junta de Andalucía, tuvo lugar la ceremonia de entrega de la trigésimo sexta edición de los Premios Andalucía de Periodismo. Entre las personas galardonadas María Teresa Campos que recibió la primera distinción concedida a la Trayectoria Profesional. En el ámbito audiovisual Eduardo del Campo Cortés, Jaime Castilla Llorente y al Grupo Audiovisual Digital Multimedia SA. Y en el mundo del fotoperiodismo a todo un referente como es Laura León, que no solo ha sido la primera fotoperiodista en recibir el premio Andalucía sino que además es también la primera galardonada en la modalidad de Proyección Internacional y Erasmo Fenoy, fotoperiodista algecireño, que al recibir el diploma compartió con los presentes estas reflexiones:
Es preciso valorar positivamente que la Junta de Andalucía lleve 36 años concediendo este tipo de reconocimiento que ensalza y reconoce la labor periodística de calidad, frente a las “fake news” y la desinformación, tan presentes en esta sociedad que evoluciona a ritmo frenético y que obliga, a quienes se dedican profesionalmente a este mundo a viajar permanentemente en un tren tecnológico que amenaza constantemente con dejarlos en el arcén. Todas las empresas en esta sociedad altamente tecnológica se modernizan, las empresas dedicadas a gestionar la información con más vera. La creciente digitalización de la información y el uso de plataformas comunicativas, como las redes sociales, que se basan principalmente en la inmediatez y la búsqueda convulsiva del click, ponen más en valor, si cabe, el uso de los géneros periodísticos que constituyen el contrapunto pausado, reflexivo y analítico de la realidad informativa. Como dijo en su día el gran escritor y periodista Gabriel García Márquez: “El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad”. Una realidad tan llena de contrastes que, en ocasiones sobrepasa a quienes al periodismo se dedican. Capaz de indignarlos o conmoverlos, de confundirlos o iluminarlos, con infinidad de grises entre lo blanco y lo negro. Conscientes de que la labor periodística es fundamental para entender este mundo tan complejo en continua transformación. Durante los últimos años, los periodistas han vivido en primera persona el drama de la pandemia, arriesgando su salud y la de sus familias. Han sido testigos de multiples homenajes a profesionales que han esto en primera fila prestando servicios a la comunidad. Notarios de los merecidos aplausos para estos, sin recibir ellos ninguno, sin que se reconozca que sólo realizando la tarea periodística la ciudadanía ha podido percatarse del gran servicio que aquellos le prestaban y les hacían merecedores de aplausos y homenajes. Por todo ello bueno fue que el premio fuese dedicado a todos los compañeros periodistas que durante ese tiempo afrontaron el reto de seguir desempeñando su labor, pese a la precariedad del sector, pese al intrusismo laboral, pese a las manipulaciones de colectivos de diversos ámbitos, que utilizan a quienes ofician de periodistas como arma arrojadiza para sus propios intereses, pese a las críticas, pese a las amenazas, insultos y agresiones que reciben mientras realizan su trabajo, que no es otro que la búsqueda y difusión de una información veraz. El periodismo es una pieza esencial para que una sociedad se pueda denominar democrática. Quienes pretenden ocultar o manipular la información atacan los fundamentos de la libertad. A medida que se producen grandes transformaciones tecnológicas y mediáticas toma mayor importancia el buen hacer periodístico. Una sociedad que desea vivir en libertad debe valorar el servicio que a esta causa presta el periodismo. Porque además, quienes a esta esencial y vital profesión dedican parte de su vida, les viene al dedo las palabras del premio nobel de literatura, pronunciadas en Los Ángeles, ante un congreso de la prensa, en 1996: “Aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo”.