IAM/EC Como saben la ciudad de Cádiz es conocida popularmente por La Tacita de Plata y se trata de un emplazamiento peculiar donde los haya, se asienta en la denominada Isla de León; la cual se aparta del continente por un estrecho canal que atraviesa las marismas. Y sobre el topónimo de Cádiz se han aceptado ciertas teorías que siendo defendibles por su sólida historiografía, no obstante nos han sumido en una considerable confusión sobre su etimología.
Miren, Cádiz acredita una fundación romana atribuida al héroe Hércules, sin embargo es conocido que el territorio no únicamente existía habitado miles de años antes por los pueblos ibéricos sino que además fue sucesivamente ocupado por todos los ejércitos en expansión del Mediterráneo. Cabe recordar que Hércules es la réplica romana del mítico Eraclés. Pues quisiera exponer que la cultura de La Élade se extendía desde el Cáucaso hasta los Balcanes llegando incluso hasta el límite del mundo conocido. Eso no implicaba necesariamente un origen propiamente griego, aún menos entendido ático. Lo digo sin menoscabo de que justo en frente, en la ribera de la desembocadura del río Guadalete, tuvimos el Puerto de Menesteo que fue fundado por este rey ateniense tras la guerra de Troya. Y es que hay que entender que ser heleno no es una cuestión étnica sino cultural. Pues bien, ahora les voy a desvelar un misterio. ¿Saben por qué Cádiz se asienta en la Isla de León? Es sencillo, nuestros antepasados culturalmente eran helenos y conocían sobradamente que el héroe Eraclés dio muerte al León de Nemea. Replicado por los romanos como Hércules en el escudo de la ciudad se le ilustra con una cabeza de León cubriendo la suya propia. Verán, siguiendo con el relato les anuncio que Gades no es como los romanos llamaron a Cádiz aún se tenga por más cierto, para los romanorum su nombre fue el de Gadium y como pueden suponer se trataba de una traslación. Por otro lado, los historiadores de la antigüedad la llamaron Γάδειρα que no es Gadeira como se traduce sino Gadira; la secuencia griega deletreada /ei/ era /i/. En cuanto a Gades mucho lo parezca no se trataba de un topónimo sino de un gentilicio ibérico de género masculino y número plural. Quiere decirse que era como se llamaban a sí mismos los antiguos gaditanos. Y les desvelo otro misterio. ¿Por qué son gaditanos? Bien, el nombre reúne dos conceptos que expresarían su ascendencia; una nos indica su filiación étnica con la raíz “Gadi” y que ahora sabrán que significa -afortunados- y otra que nos muestra su carácter religioso. Daban culto a los Ti•Tanes o Ti•Tanos y eso tanto en sus tierras de origen Antalya•Lycia como en sus tierras de acogida Anta-Lusia. Los Titanes fueron antiguos dioses helenos antes de que los griegos Olímpicos ocupasen su lugar. Los gades se establecieron en la península ibérica poblando Andalucía en la oscuridad de la edad de bronce y tuvieron que ser un pueblo poderoso para imponer su hegemonía en unos territorios tan disputados. Cualquiera que contemple sus vestigios coincidirá en su ineludible origen heleno y se conoce de buenas fuentes que ese pueblo Lycio, a quienes aquí se les conoció como lusitanos poseyeron un potente ejército y una gran flota marítima en los años de la época oscura griega, tiempo en el cual fueron una federación respetada conocida con el nombre de La Liga Lycia. Pero ¿por qué le llamaron Cádiz? Miren, en griego κάδος “kado” significa: Recipiente, vaso, taza. Sólo que nosotros no decimos Cado sino Cádiz porque aplicamos una derivación diminutiva del vocablo. Usamos la declinación ibérica (-iz) para decir Cád-iz, una partícula común para los ibéricos que la misma lengua española ha subsumido para definir un grado menor de sus nombres y palabras. ¿Parece increíble? Pues ¿qué hacemos con los patronímicos? En español se derivan del nombre del padre mediante sufijos tales como (-ez) o (-iz) y se ha dicho que significan “hijo de”, pongamos Rodríguez -hijo de Rodrigo- o Ruiz -hijo de Ruy-, etc. Ahora descubriremos que Cádiz en lengua ibérica es lo mismo que decir La Tacita (de plata) en lengua española. Así que tenemos una frase que la tradición oral ibérica conservó, y ¿por qué -de plata-? Sencillo, las “columnas de Hércules” que separaban Europa de África son “de plata”. La Tacita sólo podría ser -de plata-. Cádiz, aún se ignorara, fue el fruto de la colonización y posterior establecimiento de pueblos Elaz, es decir Helenos orientales que llamados genéricamente iberos y celtiberos serían considerados los autóctonos (de facto) de una antiquísima e ignota Andalucía. ¿No les resulta asombroso? Bio exprés de Enrique CabrejasMi nombre es Enrique Cabrejas Iñesta, nací en Barcelona y me eduqué en las Escuelas Pías de San Antonio Abad. Soy investigador de la historia del lenguaje y políglota; me expreso en ocho idiomas y adquirí profundos conocimientos de otros varios contemporáneos, medievales y antiguos. Combiné siempre que me fue posible el quehacer cotidiano con la lingüística, la historia, la literatura y la mitología, convirtiéndome de esta última en un experto mitógrafo. Viví y estudié en Cambridge, Módena y Moscú para mejorar en idiomas y en lectura de literatura clásica. El 21 de Abril de 2012 descifré la escritura ibérica, siendo respaldado por el insigne PhD. Professor Oleg Bazaluk de la National Pedagogical Dragomanov University, asimismo invitado a dar conferencias y presentaciones sobre los iberos y celtíberos en distintas universidades de Europa y desde entonces ponente de la Sociedad Filosófica Internacional (SFIC); autor en la revista académica Ph&C; miembro del consejo de redacción de la revista científica Future Human Image Scientific Journal; revisor de documentos científicos en el área de humanidades de la revista Cogent OA – Taylor & Francis Group y otras publicaciones científicas; indexado como científico por las autoridades científicas rusas. He publicado cerca de 200 trabajos y estudios en Academia.edu y otras plataformas como investigador independiente desde 2013.
En apenas tres años, publiqué dos libros como autor de la trilogía EL SECRETO ÍBERO: Karuo (2013), Hijos de Titanes (2015). A la vez he participado como co-autor en ediciones publicadas por notorias instituciones culturales españolas como son la Institución de Estudios Complutenses y la Diputación Provincial de Guadalajara en los encuentros de Historiadores del Valle de Henares. Cuento desde 2014 con el aval de reputados académicos, doctores y científicos internacionales. Siendo respaldado aproximadamente en una cincuentena de áreas del conocimiento: Filosofía del Lenguaje, Ontología, Filosofía Antigua y Fenomenología, entre otras materias. Como gramático, mis hallazgos y teorías han sido recogidos por numerosos medios de comunicación y prensa en todo el mundo. En la actualidad estudio inéditas etimologías y topónimos de pueblos de España a partir de la escritura y lengua ibérica.