Cuando parecía casi imposible superar la “generosidad” (ojo a las comillas), de nuestros políticos durante las campañas electorales de la elecciones municipales y las generales, llegan las autonómicas y los que tienen como tarea la recolección de votos tiran la casa por la ventana, y todo lo que había que prometer e incluso más, está prometido hasta el punto de que si luego cumplieran menos de la mitad de sus promesas, los algecireños viviríamos en el país de Alicia: el de las maravillas. Ocurre que como prometer es gratis y luego para exigirles responsabilidades por sus incumplimientos hay que esperar a las próximas elecciones, por prometer que no quede: ¿Cree en las promesas electorales?